sábado, 25 de junio de 2022

MARÍA SIMARRO


Mi prima María ha cambiado de trabajo. Es una pena. No se lo digan, porque ha mejorado de sueldo y está muy contenta, además de que el otro trabajo la mataba por dentro. Pero ...saben qué sacaba ??? la crítica más hilarante de ella. Estaba en una empresa de esas a las que llevamos nuestras miserias para que nos escuchen un rato con la excusa de que tenemos seguro de coche. No importa la compañía. Importa ella. Y cómo lo contaba. Desde el que se dejaba la llave dentro del coche, hasta el que tenía el seguro caducado, hasta el que no sabía ni a quién estaba llamando. Era una lista tan original, patética y cómica al mismo tiempo de cómo el ser humano puede machacársela con una piedra,  que la echo de menos. El estress era tan grande que me mandaba audios contándolo en su tiempo de descanso.Porque además no podía ponerse borde, ni contestar a tanto lelo. Para que se hagan una idea ,es parecido a todos aquellos que tienen que coserse la boca como Neo en el primer Matrix ante el gran Público que no lo es porque va por cuenta propia pensando solo en sus gónadas. Entiendanme, yo también me enfado , pero no aplaco mis demonios con la persona que está al otro lado del teléfono. Una vez sí, lo confieso. Tenía entonces el móvil en una compañía de esas que se ríen de nosotros. Fui a quejarme muy cabreada y contestó un operador con voz de tenor y paciencia de Job. La ira me consumía, pero la derritió con un " Anita" que añadía a cada principio o final de frase. Ahora lo pienso y me avergüenzo . No se puede ser un bestia al otro lado del aparato. Ni nadie tiene que aguantarte tus malos modos, ni tus frustraciones y mucho menos tus insultos. Eso de coger un teléfono y creerte dios no me vale. Ni para mí, ni para nadie. Pero eso mi prima lo entiende muy bien. Ya les he dicho que es muy inteligente y sabe darle la vuelta a una tortilla sin que se le escurra el jugo. Ahora en su nuevo trabajo también las pintan moradas, pero por otros ruedos que también cuenta en su tiempo de descanso.  Es una tía super divertida , mi prima. Con una risa gorda y profunda como una butifarra chiclanera. Cuenta las cosas de tal modo que la primera que se ríe es ella, arrastrando la frustración, el mal humor y un trabajo en el que no le pagan lo que se merece. Vamos, como a cualquiera de ustedes. 

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