No sé si le conocen porque escribe terror. Si
ya sé que para muchos es un género menor, pero para otros nos ha dado la
estabilidad mental que es la que más cuenta. A Juan de Dios Garduño lo conocí
por internet, pero hace una vida en bytes que no lo sigo, no porque no me guste,
sino porque pasé del face como de los telediarios. Saben que la
vida me transmutó cuando perdí a mi amado, así que dejé atrás cosas que antes
me habían importado mucho como grupos de escritores que se relacionaban a nivel virtual. Entre ellos estaba
Garduño que con menos de 40 ya tenía la suerte de probar las mieles del triunfo
con su obra “Extinción” que para mí que soy devota del género, ya les digo que
es de lo mejorcito que se ha hecho. Aún así lo deja, al menos de momento porque
no puede sacar libro por año, porque ni física, ni anímica y -sobre todo-
dinerariamente hablando no se puede. Hay muchos que me dicen que por qué no
publicó, pero es Garduño la prueba más palpable de por qué no lo hago. Porque
las editoriales van por terrenos muy seguros o por la auto publicación, con lo
cual no solo tienes que servir para escribir sino para gestionar la venta de tu
obra. ¿Se imaginan a Delibes haciéndolo?, porque yo no. Y tampoco a Machado, o
a otros , de esos que admiramos hoy sin leerlos y que muy pocas entrevistas
daban y nunca con jugo más que meramente literario. Pero los tiempos han
cambiado y mi hijo de “veintipoquísimos” me da la vara con que escriba fantasía
épica que va de gente que come hierro para tener los súper poderes de los X-Men
en unos entresijos que tienen poco de literarios, pero mucho de lectores ávidos
de continuar lo que ven en las pantallas de los ordenadores y los videojuegos. “Hay
que reciclarse o morir”, debe haber dicho Garduño que ha intentado por todos los
medios mantenerse a flote en esto tan difícil que es casar letras y darles
sentido en agotadoras jornadas que te cansan las nalgas, el cerebro y las muñecas
para que lo mismo no veas nunca el fruto de tanto esfuerzo, impreso en blanco y
negro. Quizás es peor que sí lo veas y caigas en manos de gente que quiere
hacer dinero con tu ilusión o te pongan de comercial de tu propia obra. Llevo
ya un rato largo en esto y me han llegado ofrecías suculentas como una persona(
sin género, ni identidad) que me ofreció que escribiera su historia- ya les
digo que estrambótica y rocambolesca- para ir a medias en una auto publicación
que esa persona gestionaría y cobraría. También en otra ocasión querían que escribiera
un biografía pero con el nombre del personaje, muy “personajeado”, sin coste alguno
más que dolor de callos en manos y cuello sin ganancia alguna. Surgen en estos lares
mediaciones, tutelajes, gente que te ofrece publicar en vano y con dique seco,
ganándose en la publicación o en las subvenciones una rebanadita de pan con
manteca. Los hay caras y carotas que engañan, estraperlan y dañan algo que
debería ser sagrado y que lo es para los que no dedicamos a ello. Por eso,
porque lo sé y resisto( a ver si como decía Cela, llega el día que lo vea) entiendo
a Garduño a la perfección. Y aun así no le creo, porque pienso que volverá
porque esto es adicción de las malas, con poco gozo pero mucho sufrimiento. También
les digo que ha probado sangre de mortal y bebedizo de dioses, que no hay como
que te paguen por escribir o que te den algo por ello para que ya no lo olvides
en tu vida y te vuelvas “abuelito cebolleta” haciendo siempre referencia a ello,
para adobar tu jodida autoestima. Es difícil escribir, negándote parte de tu
vida, porque obvias familia, trabajo que te da para comer y disfrute, para sentarte a poner huevos que quizás nunca
se conviertan en pollitos. Hacerte rico jamás porque no es éste país de
lectores, ni de incentivar la cultura, si de grandes soñadores y de gente que
le gusta contar historias y que encima creemos que lo hacemos con rigurosidad
británica y un deje misterioso. Porque no tenemos solución, Garduño . Si no
escribimos , nos cosquillean las yemas de los dedos, en ese lugar donde Umbral
tenía Ángeles trabajando para él y por lo menos yo , solo labriegos afanados en
separar granos de tierra seca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario