domingo, 28 de junio de 2015

VARAS DE MEDIR


Ya saben que soy realista, pero es difícil serlo , escuchando envuelta en un zapping a una comentarista del "cámbiame"decir que ella no podría pasar ni veinte minutos sin comprar ropa.  
Se burlaban de una "cambiante" que decía no poder pagar ropa por darle de comer a sus hijos. Hay diferencias, no hay duda y picaresca y negritudes, más allá de las puertas de los juzgados. 
El otro día , acabando el colegio, estaban hablando dos comadres de estadísticas de pobreza y salió el tema de la alta incidencia y del aguante, a lo que zanjó una el tema diciendo que había mucha subvención, mucha apariencia y  mucho "negro", incluyéndose ella .                                                                                    
El problema es la desconfianza, porque sabemos todos de casos que nos hinchan las narices y cuando pedimos rigurosidad en los medios, control y verificaciones, nos dan en la cara bofetadas, llamándonos de todo, menos bonitos. 
No es que seamos ajenos, es que estamos apaleados. Ahora nos quieren esquilmar las pensiones, cuando sabemos de gente que no cotiza, que trabaja haciendo apaños, que coge y suelta y luego no es que vaya en Mercedes, pero tiene propiedades rusticas o ilegales a su cargo, de las que tampoco paga , más que lo imprescindible.
 Si no me creen no tienen más que pasarse por los diseminados, por las ilegales o como quieran llamarlas, de parcelas con chalezones de dos plantas, piscina salada y cochera, en manos de gente que plantándolas en tierra no abonada a los impuestos, espera el sueño de los justos que las legalicen para hacer inventario. 
Mientras , viven de los trabajos mal pagados, de las becas de los hijos, de las ayudas, agarrándose a un clavo ardiendo, y trasmutando el agua de la piscina en dulce, porque el filtro de la salada sale muy caro. 
No es broma, es aspereza porque en verdad hay gente que lo pasa muy mal y me parece vejación de ellos , estas conductas suicidas, estos parámetros misioneros y este devenir de vaivenes políticos enfocados por una cámara. 
Se venden los pisos de los bancos, ocupados y minusvalorados por ello y en vez de desahucio, se paga al ocupa, que corre a buscar otro premio. 
No es dar con la pierna una patada a la puerta, mas que algo de última generación de desesperanza, pero también algo que se banaliza y es portada, de políticas que quieren emerger y sacar pábulo y comer trozos del pastel, qué bien debe estar adobado, por lo mucho que lo ensalzan y gozan de poseerlo, los culos más granados. 
La mayoría aguantamos como podemos, vivimos eternamente pagando, quejándonos cuando nos dejan y encima criticados. 
No les gusta que recriminemos, ni que digamos que nos duele la espalda y que la comida está cada vez más cara, porque siempre hay quién te escupe tu suerte de al menos tener un clavo , con el que quemarte la mano. 
Luego llegas a tu casa y vas apagando luces, cerrando grifos, barrenando cuando abres el recibo de la luz, o la multa de trafico .

1 comentario:

  1. Nos hemos acostumbrado a vivir con la nariz tapada, rodeados de quienes encuentran en la confusión un espacio en el que vivir a costa de los demás, pero cada vez son menos los que aportan, por arriba y por abajo quedando los de en medio definitivamente atrapados, conscientes y agotados.

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