Desde la abdicación
andamos cauterizados. Ahora se nos advierte que al monarca saliente, lo van a
blindar en orden a posibles demandas.
Es la paternidad fuera del matrimonio, producto de muchos juicios
civiles y el ADN, el cáliz vital que hace que se destapen huecos de almohadas.
En “Juegos de tronos” lo solucionan rápido y a los nacidos fuera del matrimonio
del Lord o Monarca, los llaman , Snow, o sea Nieve, dándoles un nombre, pero no
un apellido que poderse llevar al registro de identidades. La
vida nuestra es más real que la de aquellos que blanden con espadas, lo que en
parlamentos y cámaras representativas se hace a estocadas. Supongo que será por
todo ello y el fin del curso escolar y que este año me toca selectividad y hay
paro y no sé dónde va a quedar mi estirpe, desplegada a tres páginas, que me
hubiera gustado que la normalidad fuera otra y que Croacia hubiera ganado a
Brasil y el basked de Unicaja hubiera hecho lo mismo con el real Madrid ,
pasando a la final con el Valencia. Igual me parecería más
emocionante que Felipe sin llegar a ser VI, se negara a tomar el papel para el
que tan bien le han preparado y en cambio se fuera de excedencia , a hacerse su
vida como le diera la gana, dejándolos a todos con las galas puestas.
Imagínense las caras de diputados y
senadores, después de tanto concierto y pacto apalabrado, después de tanta
reivindicación a escondidas y tanta presentación de candidaturas, a escalas.
Imagínense que se vuelve a la normalidad , de que te devuelvan tu paga extra,
cuando ya la tenías gastada en esas hipotecas que matan y queman a la gente, no
en verbalidades, sino en páginas de sucesos. La
vida es tan sangrante como la hija que mató a sus padres a puñaladas y tanto
como que las presuntas que mataron a la política leonesa, creyeran que se iban
a salvar por mediar en el conflicto un inspector de policía , con el que
blindaban vínculos de sangre. No hay nada como ver la inauguración de un Mundial
para sentir que el dinero se gasta en tonterías , cuando las favelas están tapadas
con pintura fresca para olvidar las sangradas, pero no hay alegría, porque sin
educación, sin sanidad y sin comida , no puede nunca haberla. Como no la hay
por ocultar que los niños, en nuestro bendito país, pasan hambre. Como no la hay por no verlos, por pintarlos
de la invisibilidad de dejarlos en sus
casas pasando indigencias, en vez de alimentarlos en comedores escolares que
dan prestigio de vida a los colegios , en esta sociedad tan marginada y egoísta,
de eso que tanta falta nos hace , que es conciencia. No
es vergonzoso para esos niños que tengan necesidades , ni que les encuadren en
ellas, lo vergonzoso es que los políticos no armen maniobras para que esos
hechos no sucedan , malabarismos para buscar trabajo para la gente que los votó
y de la que dependen esos padres de la
patria , que más parecen panderetas tocando palmas, a todo ritmo, en las
fiestas de la hipocresía. No sé si hará falta un blindaje nacional para no
tener que darnos cuenta lo muy embarrados que estamos, reciclando basura de
corruptos en medias tintas, cuando hay tanta miseria, gastando en pedorretas de
solemnidades, cuando algún niño pasa hambre y tocándonos el pecho cuando nos
enteramos , porque tenemos la cara muy dura y el cuello muy suelto , de
volverlo , para no darnos cuenta de que están en todas partes , porque hay
tantas familias en paro que ya la cosa apesta. Hay jóvenes que su vida es internet y que apuestan
por la ficción para blindarse de la vida que los espera, sin la habitación de
los papás con todo servido tipo hotel de lujo, con la vida salivando para
tragárselos a la vuelta de la esquina, esa misma donde hay un indigente que
salva la vida de una niña de 12 , porque es enfermero titulado, sin casa que
llevarse a la cabeza. Desde
la abdicación andamos cauterizados , con los ojos acuchillados y la sangre en
salmuera.
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