Andábamos por el mundo
de la mano de Busch y por eso nos atascamos en una guerra que ni nos iba ni nos
venía y se nos comió de alquitrán la costa de la Morte. Aquí en los bajos del
sur, le llamamos brea, a esa ignominia viscosa y negra y la conocemos desde chicos , porque en el Estrecho
es donde los grandes buques echan sus basuras , abriéndose de piernas. La
primera muñeca marinera que tuve, rescatada de las aguas, fea y sucia, lo tenía
y en ella se veía deslucido y maltrecho, igual que en las alas de una gaviota. Pero no
pasa nada, nunca pasa nada. Los que se quedan sin casa no se ven, ni los que
piden limosna, tampoco los que padecieron por la desvergüenza del Prestige, ni
los que sufrirán por sus consecuencias. No se ven , porque no se quiere sopesar
un desastre ambiental , como no se quiere sopesar lo que pasará con los jóvenes
que no puedan estudiar ahora o qué pasará con el que lleva en paro una
eternidad , sin posibilidades de
conseguir trabajo . No interesa , porque el medio ambiente , la educación o la
vida personal, no cuenta a nivel social, cuando no hay elecciones , ni dan
votos con los que llenar las urnas . Hasta entonces, solo quedan los lavados de
cara que dieron miles de voluntarios a la costa de la Morte , la voluntad de
los individuos manifestándose cuando todo se cae o la honesta solidaridad . De
aquellos alquitranes , quedan vejeces de diez años por contar, costas
machucadas y pescadores jodidos por las mareas, por la crisis, el paro y la
realidad , que es vivir de un mar que está esquilmado por las potencias que controlan
los ciclos ambientales y las capturas ,
con números rojos en un ordenador mundial que es la bolsa, al que no le
importa que haya que cortar algunas cabezas, siempre que sus bolsillos estén
llenos. Andábamos por aquel entonces a la cabeza de Europa y teníamos prestigio
, porque nuestra voz se oía , porque hacíamos política de hinchar la burbuja
inmobiliaria que luego nos ha estallado en la cara, dejando a unos a las
puertas de los tribunales, para que no pase nada igual que en lo del Prestige ,
y a otros muchos miles , descatalogados , humillados y vencidos, antes de
empezar a andar. Estamos haciendo de aquellos lodos , de macro- inversiones, de
vidas palaciegas y bodas en el Hola, nuestra presente desgracia , nuestro
chapapote para dar y tomar y nos cuesta levantarnos, porque tenemos las manos y los pies , anclados
en esa basura. No hemos invertido nada, no nos hemos endeudados como particulares
, por mucho que digan algunas voces , que ahuecan el ala y cobran con la mano
de tras , por salir en medios y decir lo que otros quieren que digan , para
llenar urnas y sentarse en un coche oficial y vivir del cuento de Caperucita,
cuatro años más. No nos comprometimos a estar endeudados , no vivimos por
encima de nuestras posibilidades, no queríamos unas macro-ciudades , ni unos
tontos avispados que nos dijeran que se hizo por nosotros tanto despilfarro,
cuando eran ellos los que querían medrar. Estamos pagando los lujos , de nuevos
ricos de los imbéciles que pusimos a volar y que como cometas treparon por encima
nuestro , echándonos toda la chapapotada encima , sin siquiera mirar. Estamos
parados, envenenados, viendo que tendremos que trabajar para salir a flote y no
rebuscar en los cubos de basura , ya en
la ancianidad, por contratos a tiempo parcial , que no nos darán , ni para los
gastos mínimos . Somos recortables de papel y chapapote, recortados como los nobles
astados, para no poder defender nuestros derechos, recortaditos, como soldaditos bien entrenado para pasar
necesidad, sin estudios, sin trabajo estable, sin seguridad social, porque
andamos trabados y con las patas dislocadas , pero no tenemos esperanzas, porque
se ha agotado, antes de hacerse mayor, la ley de la discapacidad y no hay
dinero tampoco para ella, porque se lo gastaron en grandes proyectos faraónicos,
a los que ahora miramos con rabia ,
porque no los podemos convertir en algo , con lo que llenar nuestra exigua nevera.
Tu agudeza visual ya te habrá permitido observar que la ley está hecha para castigar a los pobres, sólo a los pobres. Ahora debemos acostumbrarnos a que los desafueros medioambientales enriquecen a los que ya tienen mucho y sus consecuencias las pagan también los pobres. Véase la Filipinas de hoy mismo.
ResponderEliminarBesos.
Eres grande, por ser tú misma y como amiga , un premio. Bss
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