jueves, 17 de enero de 2013

DE FASCISTAS


Que no me dejen hablar no me joroba, lo más me fastidia, pero lo que sí me da para hundirme en la miseria es que me priven de sanidad pública o de buena educación, para mis hijos, pagada con mis impuestos.                                                                                                                               Cierto es que la libertad de expresión o de dar una charla debería ser respetado, pero, en sensatez, hay que pensar que una persona pública tiene fórmulas magistrales para despachar lo que le dé la gana y el ciudadano – en cambio- no está en igualdad de condiciones para expresar lo que siente y piensa y la mayoría de las veces solo cuenta con el abucheo o el pataleo, porque ya no le queda más. A mí que Wert tildase de fascistas al personal que no le dejaron dar su charla , me parece exaltado como poco y desde luego fuera de lugar , porque yo llamo fascista a otros hechos que se refieren más a cabalgar de madrugada , en un camión requisado, por la calle San Juan, recogiendo a gentes dormidas, subiéndolas a oscuras en un camión y despidiéndolas a golpes de salvajada , en las tapias del cementerio de la calle más arriba.  Claro que para eso hay que escuchar a la Pimpina como lo contaba rodeada de sus hijos , todavía en voz baja por el miedo , miedo que no vi en Wert ante los abucheos, sino desprecio y ganas de revancha, de instar reales decretos que mangoneen la educación hacia la veleta que más le interese, dejando a esa mancha de abucheadores , a pie de bota ,que meter en cintura.                                                                        Ya ven para mi fascismo es más, traído a nuestros tiempos, no concertar con el resto de partidos políticos , basándose en una mayoría y no en los programas electorales , no pensar en los padres , ni en los alumnos, a la hora de no dar becas o ayudas , ni para comedores, ni para transporte , ni para calefacción de centros de secundaria, ni para matricularse en universidades. También me parece fascistoide no dejar a los ciudadanos manifestarse en un sitio público o mandar las fuerzas de seguridad , no a protegerlos , sino a pedirles la documentación , para luego saetearlos a multas. Y es que la educación es lo que tiene, muchas argucias políticas y mucho que ya está rancio, dando directrices para mangonear y no avanzar , sino retroceder a libros manidos e ideales de siglos pasados, donde ni éramos más grandes, ni más iguales, ni más libres. Podríamos hacer tantas cosas con la educación, con ganas de mejorar, que da pena, pena, de quedarnos a la cola de todo, porque no se invierte en cultura y sí en sectarismos, estando obligados ver cómo los políticos se colocan de asesores y los mejores de cada promoción se nos evaporan de las manos, después de años de estudios, porque no hay financiación para la investigación y nos los roban las potencias europeas, después de haber invertido sangre y lágrimas en ellos.

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