La gente es buena conmigo y me apoya y me consuela y algunos -sin conocerme -me hacen la mejor amiga de su vida. Yo les correspondo -no crean- y me encariño con ellos, los hago parte de mi familia y me llevo sus entrañas y las hago mías y después las regurgito, como las cabras ,y salen hechas -esto- palabras, hileras de palabras.
Me siento bien pagada, cuando ellos me expresan su conformidad, cuando lloro con ellos, como con Paco Artola a la caza del primer capitulo de "donde el corazon se esconde" o con Ramón Cozar cuando lo llamaba de noche -como a Ramón Corrales- para que me contara cosas de la Sevilla roja , de antes del alzamiento.
Luego los dos ramones se me murieron, uno seguido del otro y me dejaron destrozada y deshecha, el Corrales porque era como mi alma gloriosa y mi confidente y amigo y Cozar porque siempre fue -aparte de vecino- medio abuelo de mis crios y parte de mi famlia.
Cuando murieron ambos , la pluma se me llenó de garabatos, que eran dificiles de descifar por el calor de las lágrimas y a ambos -uno despues del otro- les agradeci lo que por mi- en vida y tras ella- hicieron.
No pude sentirme mas emocionada cuando las hijas de Cozar me llamaron y tambien su nieta ,para llorar conmigo, por la perdida del padre y abuelo, haciéndome creer que el amor lo puede todo, porque Belén , esa mujerona enorme y valiente , que era su nieta, con su voz ronca tan característica ,lloraba como una niña pequeña diciendome lo buena persona y lo muy importante que habia sido su abuelo, "para mi"- dijo ella- "mas que un padre".
No es este -que yo hago- buen negocio, mas si os parais a pensar , merece la pena por la gente , esa que te manda un mensaje y te dice textualmente "alegraste mi tarde de trabajo" o "sigue asi", o lo que sea, que a mi los comentarios es que me ponen y los amigos y la buena gente y la familia, que no es de sangre,pero de verdad que debería de serlo.
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