jueves, 26 de enero de 2012

COMO EN UNA PELÍCULA DE BERLANGA


Yo siempré soñé con estar en una película de Alfredo Landa con gente estrambótica y políticos corruptos y ese aire rancio que se respiraba y esos españolitos que hacían esfuerzos hercúleos para llevarse todo por delante. El turismo era aire renovado que entraba por nuestras patrias fronteras, nosotros parecíamos de otro mundo y el resto de Europa nos miraba como si alucinara con nosotros, señoras de luto completo, con botijos, burritos y abanicos.

Ahora con las cosas que van pasando , me veo más bien como en una película de Berlanga, es en colores , no se me asusten, pero puramente valenciana... hay en ella gente corrupta que no va a la cárcel, espías que no pasarían un casting y que se dejan fotografiar en el buen hacer de sus funciones secretas y amiguitos del alma con mostachones y diálogos de epopeya y bolsos de louis vuitton que dicen que son un regalo normal para sentarse en una mesa a comer , un sábado por la mañana.El turismo ya no es lo que era y no se distinguen de nosotros mas que porque somos los que llevamos la nevera llena, en Europa nos miran de reojo esperando que caigamos como los dinosaurios, estrepitosamente de camino a la extinción, ya no tenemos botijos, ni abanicos mas que en las tiendas que quieren hacer negocio con los cruceristas y los burritos pastan abandonados en una cuneta, con los restos ocultos de un republicano, no desenterrado por Garzón. Las mujeres no nos vestimos de negro , porque el negro lo llevamos en el corazón.

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