miércoles, 30 de noviembre de 2011

Los misterios de Unamuno


A estas horas debe estar mi hijo mayor desentrañando los misterios de Unamuno, o quizás ya ha sido, porque como dicen los compañeros del segundo de mis varones, queda "topoco" para todo y el tiempo se disuelve en el aire a ritmo de euribor, euros , bolsas y decaimientos de animo.

Qué importa que la gente muera de frío en la calle, cuando nosotros dormimos tan calentitos, aferrados a nuestro ahora, a ese ahora que es el ya y no el fue de Unamuno.

Porque a los que existimos a golpe de telediario, de Belén Esteban, de Pantojas aduladas por los que antes la lapidaban , aguantaremos lo que nos aguante el cuerpo y se nos estire lo suficiente el pellejo del cuello, como para tragarnos la berza carcelaria que es la vida, así que, qué más da que se mate, que se robe o que roben ellos , los de los bolsillos llenos , que se fugan con despidos millonarios y la cara limpia y recién lavá.

"!Qué mundo más mierda este"¡, como decía Ángeles, la que mataron hace cuatro años y que anda por esos mundos que Dios no transita , porque está en las hornacinas y los cuadros de ojos místicos y ella en una fosa desnutrida del cariño de los suyos y penando en muerte sin vida.

Lo mismo es que hay que escribir por la pasta como Unamuno y dejarse de este laconismo de penar por todo y verte en los demás y no ser beata , ni rezarle a ningún Cristo mas que el de la desesperación, de pensar que los tuyos pueden quedarse sin trabajo y ver que los tuyos son todos, ¡grandísima mierda!.



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