lunes, 28 de noviembre de 2011

LOS MÁS IMBÉCILES DEL PLANETA



Las hormonas me arrastran marea abajo y ni el sutnami hipotético que arrasará Cádiz puede librarme de la resaca.

No bebo , así que para los foráneos les diré que la resaca es esa que te tira sin manos, para el adentrío que está donde se hunden los espaldas mojadas y se los lleva el mar a trompicones a la lejanía.

En Cádiz, cai para muchos , nadamos entre dos aguas, meamos en las aceras y nos cachondeamos hasta de nuestras bilis amargas, remangadas en carcajadas.

Eso lo saben bien quienes mal viven de escuchar, "que graziozo eres, quillo" o de ese palco del Falla a rebosar haciendo rugidos de zombies enjaulados, cuando sale su chirigota.

La cabeza me duele a reventar y debe ser que la gripe aún persiste, que si mis hijos perseverarán como ella no me tendría que preocupar porque encontrarán trabajo el día de mañana.

Los niños chicos me han vuelto loca está mañana,porque han pasado de las preguntas más estrambóticas a las usuales y de ellas a las pueriles, siendo, tan , pero tan pesados, que me he arrepentido, no de haberlos parido, sino de quejarme el año pasado de que no hablaran tan de corrido como los del resto de gente que yo conocía.

El fin de semana ha estado, ha corrido lentamente entre griterío, paseos con compra y mucha mala leche , porque no se puede tener todo sin pagar algo a cambio.

Menos mal que tengo amigos, amigos imaginarios como vosotros que escucháis sin protestar ni sacarme los colores, amigos del alma que me esperan en la agenda electrónica o el libro digital o en la pantalla del ordenador o mejor aún en la estantería cogiendo el polvo de la sabiduría y las series y los comic de terror y los pasteles de pan y de fruta y de chocolate que duran en la mesa lo que mis hijos tardan en encontrarlos.

No se cómo hay gente que corre tanto para no llegar a ninguna parte, cómo malgastamos la vida que nos dura tan poco, cómo no estamos más contentos por tener casa o techo que cubrirnos aunque lo compartamos con el banco, nuestros padres o nuestros hijos y solo tengamos para comer un frigorífico lleno y una mesa puesta.


Realmente algunas veces, por no decir todas, los humanos somos los más imbéciles de este planeta.

1 comentario:

  1. La música, cuando empezó?. Ya pitágoras definió que se trataba de vibraciones armónicas de las longitudes de onda que cabían de forma exacta en los interespacios de los planetas de nuestro sistema solar, y que por ello, setas vibraciones se distinguián nítidamente de lo que llamó la sinfonía universal, definiendo ésta como el tremendo y ensordecedor ruido que hace todo nuestro sistema solar en movimiento, ruido que para nosotros es imposible percibir ya que vibramos conjuntamente, es decir que formamos parte de el. O lo que es lo mismo, la música, nuestra música (ningúna otra especie hace música, nuestra música es una rotura del ritmo universal, es una vibración contra natura.,... Pero hoy estamos viendo con meridiana claridad que ir contra la naturaleza será nuestra extinción,... Hasta cuando nos durará la música.

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