REGENTAR

Hay marea electoral y los alfiles y los reyes ya se enrocan. Se firman acuerdos para apuntalar la condena perpetua cuando se debía conciliar sobre sanidad y educación para que los menores no fueran dando volteretas, ni los ancianos hicieran colas con la gripe a cuestas. Pero no se olviden, es año electoral y pesan las encuestas y los votos perdidos de gente que lo perdió todo , porque alguien nefasto apuntó en la cabeza de un ser querido y abrió fuego. Ya se lo advirtieron con videos y manifestaciones y el dolor no cesa ni se perfila, el dolor quema y sale por la boca de los doloridos, clamando justicia y es ahora cuando pretenden -con su dolor- apuntalar lo que se les cae de las manos. Podemos es velero que va con las velas al viento y temen que llegue a puerto y les derroque y es por eso y no por los yijaidistas , que se ha firmado un pacto de líneas rojas.  Es año de elecciones y hay canguelo, hay pelusilla y “hay que trabajar” en palabras de Pedro Sánchez que de Ken pijito se ha trasmutado en príncipe destronado y quizás debiera jugar con esa baza , que le hace más interesante como a Red Butler .                   Aparentar es regentar en huelvano y en España cañí de eso hay mucho, empezando por los que viven su vida para los recreos, llegando hasta sus madres y terminando en los que nos gobiernan, que pactan retroactivamente. No deberían haber salido los que son consumados asesinos y no me vale que se mate por una idea , porque duele y el dolor inspira más dolor para los que son los siguientes.                                                                              El piloto iba a matar y los que ahorcaron por su muerte aún más , pero los que pagamos somos todos, quemados, ahorcados y muertos por no querer abrazarnos sino regentar que somos mejores que los otros , cuando pisamos la misma tierra. Regentamos la vida de una forma pueril y obsoleta , no disfrazamos nuestros cuerpos, como en carnavales, sino que vendemos nuestra alma , por cuatro cochinos euros o unos pocos de halagos. Envidiamos y no trabajamos más que en desgracia ajena y gozamos aunque nos entuerten con un ciclópeo ojo ciego. Somos vanagloriadores de la ira, amargadores del canto de sirenas y enseñamos a los nacidos a mamar, la  leche agria de nuestras tetas. No deberían salir los pederastas, no deberían salir los asesinos, no deberían darles más que educación y educación y obligarles a seguirla, porque el mal no se extingue con una cruz , ni con penitencia, sino con empatía al dolor ajeno y la acidez de las lágrimas que otros vierten. Es año electoral y nos quedan úlceras que ver en los plasmas comprados en las rebajas, regencia en la ropa usada del mercadillo y en las botas que no aúpan nalgas , sino explosiones de hedonismo, de bolas chinas apalabradas y consoladores que dan irritaciones genitales y pactos electorables.