Hay un niño en el
Macarena de Sevilla. Las lesiones tan graves que sufre la criatura- de solo
seis meses- son debidas a sacudidas con violencia como si fuera una maraca de
feria. Está
médicamente probado por las lesiones en el cráneo, la columna y la retina de
los ojos. Sus
padres son conocidos de la justicia, jóvenes en extremo, él colombiano y ella
española. No sabemos dónde lo gestaron, pero sí que ella salió de la trena con
bombo de cinco meses. Nació prematuro a los siete y pudo haber tenido suerte
porque Servicios sociales- dados sus antecedentes- le podían haber tutelado,
buscándole una buena casa de acogida. Pero no, porque siguió con los
consanguíneos que se preocuparon, él de enamorarse del móvil de un policía
nacional que visitaba a su hijo en el mismo hospital y ella de barrenar las
taquillas ajenas en la sala de lactancia de las madres. Me imagino que debe
ser muy difícil requerir la custodia de este menor pretextando estos datos
porque de quién va a aprender mejor que de estos ejemplos humanos de superación
y entrega. No
voy a entrar en que al parecer no iban mucho a visitarle a la UCI, porque son
cotilleos de barrio donde todos se conocen pero nadie quiere saber nada. Lo que sí
les diré es que el niño estaba apalabrado con el Macarena y antes o después iba
a encontrarse hospitalizado. Ahora lo tiene crudo en la vida, si es que
sobrevive, porque quedará muy tocado, quizás ciego, quizás paralizado por
completo. Pero no se preocupen que los padres pidieron prontamente- cuando se
vieron el marrón al cuello- “habeas corpus” lo que nos da a entender su mucho
conocimiento de los procedimientos judiciales y lo bien que saldrán parados
también en éste. Ya solo quedar por saber en qué casilla quedará la basura
barrida, quién se comerá la culpa y con quién irá el menor, dado que las vecindonas
dicen que la madre lo trataba muy bien y que solo es culpa del padre. Podrían
preguntarle a los sanitarios que lo
atendieron en la UCI del Macarena cuando nació prematuro que fueron quienes informaron
a servicios sociales para que se hicieran cargo de él, o lo mismo al
responsable de control de niño sano al que no acudían los padres en las revisiones
obligatorias. Lo mismo deberían preguntarle a los que esperan ser padres -en
largas listas- que nunca culminan con el deseado hijo que ya tiene puesta
habitación, con cunita y empapelado a juego. Lo mismo a estos biológicos les
haría falta pasar los cursos de los que esperan, a los que los llevan a entrevistas
y más entrevistas por esa deseada idoneidad, con visita domiciliaria incluida y
con informe de su solvencia. Pero claro ellos no tienen la biología de su
parte, sino la legalidad, el probar que serán buenos padres y que no sacudirán
a un bebe de seis meses cuando tenga un simple cólico de lactante.
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