Lo de Leonor va a dar
cancha, háganme caso. El trajetito de colegio niña bien, se impondrá a la moda
de niñas ennoviadas que gusta tanto ahora, en el argot de las comuniones. Se
acordarán nombrándola los restauradores, los de los chiringuitos, los
carniceros y algún que otro supermercado, que hace el agosto en mayo. Se
impondrá la austeridad, esa que nos gusta tanto a los sureños.
Las cabelleras de peluquería, los
trajes de diseñador de Internet y el banquete nupcial para infantes que se
comulgan en los altares, se quedarán obsoletos. Los marineritos no navegarán
como antes y los almirantes, se verán fosilizados en pelotas enormes de
ámbar.
Y
es que a la gente le va la marcha de la pomposidad, aunque sea en un alicatado
de chaqueta .
Pasa
lo mismo con los uniformes de los concertados, que ponen más a las madres que
la heterogeneidad de los públicos. Nunca lo he entendido, porque me gusta la
diversidad. Pero sobre todo porque en la pública hay una oposición en la que se
supone que gana, como en "Supervivientes", el mejor cualificado.
Es como la sanidad, que aunque hay muchos que les encanta que los traten
como pijotes, con enfermeritas de cofia
en alto , aún hay más que lo que buscamos son los mejores profesionales.
Algunas veces esos mejores profesionales,
están por la mañana en la pública y por la tarde en la privada. Entonces...¿
por qué pagar por tener lo mismo que ya hemos pagado con nuestros
impuestos?.
Los medios ya es otra cosa. Ahí me han dado. Entre otras muchas razones
porque los progenitores de la pública no nos movemos tan bien como los de la
concertada.
Sacarte la
cartera para pagar un Ampa , ya es batalla perdida y luego hay centros , que la
gente, llamémosles docentes, están cabreados con los recortes de la Junta y lo
pagan con los que menos culpa tienen de ello, que son los alumnos. Pero por lo
demás , quédense tranquilos, si su vástago va a llegar, lo hará con más
seguridad en la pública. Eso sí, la concertada será más chic, con mejor
graduación, más extraescolares y psicologo privado. Luego la vida se impone.
Acuérdense de la cara de Wert cuando no le dieron la mano los mejor
galardonados, de los mejores expedientes, porque casi todos, vestían la camiseta
verde publicitando la pública de donde habían salido. Es tan gratificante, tan
tranquilizador como cuando nuestros hijos llegan a donde quieren y han sido de
la pública. Porque siempre te queda un resquemor, porque no sabes si lo otro
será mejor y luego resulta que no , que solo es parafernalia.
Yo
estudié en la privada y ya me ven, parrafeando con ustedes en vez de estar
trabajando para la Junta o Diputación,
como muchas de mis congéneres, que opositaron y ganaron plaza con
honores, saliendo de la pública.
Ya ven, lo mío es vocacional y desperdicio de voluntades, que en la
pública me hubieran puesto el caldo a tiempo de ebullición y sería más
conservadora. Pero no saben ustedes lo que es criarse con normas estrictas, con
zapatos gorilas y pichi azul marino. Con amigas que lo eran, sin darte codazos
ni probar varón, ni siquiera de lejos. Eso marca, que hasta la falda del pichi
tenia que ir almidonada.
Una directora de público se queja a la Junta de pocos medios y hace
bien, porque debe y puede, que los colegios son futuro y los docentes
exprimidores de cerebros bien amueblados. Lo publico es de todos, y debemos
tratarlo bien, proveerlo y cuidarlo. Porque no vale darse golpes en el pecho
cuando saltan las estadísticas. No valen los programas electorales, sino las
cosas bien hechas, los presupuestos cuadrados y las ideas puestas en ejercicio.
Hay que cuidar a los docentes, a los
alumnos y a la pública , que ya es hora. Que si no habrá moda de trajecito de
chaqueta, de élites y castas demandadas y vendrán algunos a primar más el
chasis del educando que el motor o la gasolina.
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