viernes, 17 de abril de 2015

HABILIDAD SOCIAL


Siempre dije que la Esteban se quemaría, más ahora que hay otros ninot en el fuego. La niña de la tonadillera anda de supervivencias con altas capacidades intelectuales, semejantes a nuestros padres de la patria. Quiere casarse y vender la exclusiva porque el papel es lo que tiene, que hace pronto una rima.                                                                        

Se me critica por ser alienígena de la especie más primitiva, porque ando por los rincones sofocada, buscando un sortilegio que me dé paz y paciencia. 

Paciencia para aguantarlos a todos… a los que boquean , a los que mienten y a los que como Rato, pasó de Maquiavelo de las finanzas , a seguir la estela de los Pujol en herencias perdidas,  y luego de amnistiadas, por fin encontradas. 

Será que mi habilidad social es nula porque conjugo el verbo amnistiar con la amnesia, que no es sino gratificar los bolsillos de unos pocos, que se llevaron lo que tanto tiempo ahorraron otros, llamados preferentistas.  

 Los abuelos son una carga en los brazos de los banqueros, que solo querían su dinero como hijo prodigo redivivo, por eso les multan y dicen que saltan, barricadas de más de dos metros con próstatas apuntaladas y andadores de neopreno.                                              

Sería de risa este país si todos fuéramos gaditanos, que mecemos en nuestras ubres todas las carcajadas siesas. Pero lo que queremos es paz, para morirnos tranquilos sin tener que aguantar cabritadas de tanto mostrenco suelto. 

Nos hemos acostumbrado a no hablar, a protestar por oficio y a que nos detenga la nula habilidad que tenemos para llegar a ningún lado, porque somos deudores del esfuerzo y la dedicación y aquí ya no hay más que piratas, pirados y viva la virgen, adiós gracia. 

Pies para que os quiero que si no fuera por los juanetes y la plantilla , por el valgo y genu, salíamos todos corriendo con los andadores a cuestas, que no habría sillita de ruedas que nos blindara el paso, que cogeríamos la cuerda, en la que otros se han ahorcado. 

Habilidad social es menguar la conversación, sonreír al ebrio y cuando sale Rajoy hacerle un par de pases sin mojarte los carrillos, que ya no hay políticos que sean toreros y sí enanos de circo. 

La niña de la tonadillera se nos fue a las Américas, como las grandes, que para ella Suiza aún queda lejos. Su índice intelectual está sobre estructurado como el de nuestras Españas, el de nuestras escuelas, el de los institutos y el de la media, más mediada que hace boquetes en la entrepierna. 

Se nos fueron los mejores y quedamos melonera, que ni para ensalada de fruta servimos, ni arreglamos este desaguisado con panderetas. Aprenderemos a apuñalar sonriendo, pero no acodar las esquinas, ni remendar a los defraudadores, ni barrer a los que se encolan las nalgas en sillones apoltronados. 

Lo nuevo es igual que lo viejo porque la enmienda no tiene remedio, será que os habla mi nula habilidad social que hace que suelte por la boca todo lo que pienso.

2 comentarios:

  1. Un placer leer lo que piensa, y no creas que estas sola, debemos ser poc@s pero aún somos.

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  2. Un placer tener cerca a personas como tú, que aún lo son.

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