viernes, 12 de diciembre de 2014

ATRIBUTOS


No tiene el Juez Ruz que subirse la toga para enseñarnos sus atributos, más que nada trabajar , si es que le dejan. Ahora campa en el limbo de los concursos sacados a la fuga de voluntades , porque la polvareda se nos mete en los ojos y las cárceles están llenas. Los presuntos, con ovaciones festivas y los políticos sin saber nada y el país como unos zorros , entre corruptos y camelladas. Aquí abajo nos pone mucho el que uno de los nuestros salga en pelota picada y nos enseñe lo que es ser guapo, porque para ir a la universidad y sacarse un grado , solo hacen falta callos. Para subirse a un andamio, aprender inglés y hacer la maleta, y para buscarse la vida, echarle imaginación y con los ahorros de toda la familia, como los chinos, hacerte autónomo. Son atributos del hacer cotidiano, la paciencia al borde de un paso de peatones con dos niños, el aguantar el tráfico, las colas para la gasolina barata, para los supermercados de oferta y las campañas de navidades. Hay que estar atribulado , más que ser atributario y tener la boca cerrada, no porque nos entren moscas, que nos las comeríamos, sino porque nos dan guantazo y en épocas donde el trabajo escasea y los contratos son basura, hay que sonreír al que manda, aunque estemos medio desdentados. Nos hemos descreído a golpe de realidad diaria y lo del juez Ruz , que tan buenos ratos nos hacía pasar , nos da grima, porque caen los jueces escanciadores de verdades , como los gritones en las pelis de terror. Los políticos gozan con la desgracia ajena y se frotan las manos, no porque tengan frío , sino porque se va quien puede enturbiar las encuestas y quien puede llevarlos a la tumba fría , que es perder escaño donde se tiene que estar tan tranquilo. Qué tendrán los sillones que parecen tan incómodos vistos desde el plasma, qué tendrán que pueden callar voluntades y hacer sacar la mano ofertada, qué tendrá el variar vidas, el hacer que hasta los jueces sean movidos como peones y que no puedan hacer otra cosa que pleitear o protestar como Garzón o Eladio, yéndose por las esquinas, desbandados de puñetas y con la justicia un mucho mas politizada y un mucho menos justa. A los políticos no les gusta que los jueces sean independientes , ni que digan verdades sobre las instituciones, ni que sus acólitos sean probadores de causas que llevarlos a la trena. Lo mismo deberían hacer como madres diligentes y enseñarles a sus niños que” eso no se hace, eso no se toca y con ese idiota no te juntas”…cosas tan sencillas .En vez de eso se castiga al maestro que pone suspensos y faltas y lo mandan a otro destino, mucho más alejado de sus niños, donde no pueda nadie decir lo mucho que joroban las criaturas, lo mucho que abusan, lo mucho que han aprovechado, que mamá sea vaca, para secarle las ubres.

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