No sé si sabrán que
mayo es el mes de las comuniones. Sí, de las flores también o de con flores a María,
pero sobre todo de las comuniones. Por
ello, antes del puente, los supermercados de la rotonda del Carrefour, estaban
que se salían, gloria bendita para sus directivos que se debían de estar dando
palmadas unos a otros, sacándose fuego de los trajes de alpaca. La gente hacía
cola, ya les digo y salían con unos carrillos inmensos , reforzados de bebidas,
patatas congeladas y de todo un poco. Daba miedo, recordar lo que fue antes de
la crisis y esos carrillos de trescientos euros engalanados, unos tras otros,
que se gastaban los andantes , por cualquier tropelía. Pero ahora no se ha ido
la crisis , ni estamos con menos paro, solo estamos en el mes de mayo y por lo
visto, para gente que alquila carpas, para los de los castillos hinchables, los
de los locales o campos, usables en estas lides, está siendo un balón de
oxigeno, que llevarse a sus precarias arcas. Sabrán que todo eso va en negro, como
las parcelas ilegales, las fiestas de cumpleaños en los campos y los regalos de
boda. No, no es que diga que se meta Hacienda, en las parcelas sí, que es
rechinar de dientes como antiguos albañiles y enlosadores, yeseros y
fabricantes de cemento, ahora se limitan a comerciar con lo que les queda, que
son parcelas en mitad de algún PGOU, aún sin ver la luz de la legalidad, pero
con casas de más de doscientos metros y piscinas de ocho por cinco, de agua
salada. Conozco quien vive de subvenciones y se queja de que no haya trabajo,
pero lleva a los niños al colegio con Honda salida de las entrañas de la
opulencia, porque cuando se tuvo, se gastó a manos llenas , sin pensar en el
mañana. Como les decía, las comuniones, ponen un contrapunto en la crisis y no se
vela por los ideales , ni la fe, sino porque los infantes lleven las mejores
galas y en que el convidorrio sea de los mejores , que se haya visto , en el
solar patrio. Por eso, las mujeres se afanan en buscar dónde están los pinchitos
morunos más baratos, para, en cantidad de kilos, pincharlos en las varillas metálicas
o madereras , que sus invitados degustaran , en sus ansiosas bocas. Ya se
prepara un par de años antes , la cabeza del infante y se le lleva a la comunión
de la prima , para que vea, si es que se muestra reticente, lo que se pude
perder, por ser tan carajote y cabezota. No importa que los padres estén divorciados,
porque ese día las parejas, respectivas, les esperan en la puerta del templo y
aunque no se hablen y se hayan dicho mucho mas de “ahí te pudras bonito”, ese día, todos engalanados, esperan al infante
rubicundo y angelical, a que venga a darles la paz , que ellos no están
dispuestos a darse. Las espadas apuntaladas, quedan en el lateral de los
bancos, el cura ciego a todo lo que no sea la ceremonia y los que están juntos
de lecho, más metidos en la llaga del gasto y la solemnidad , que ningún otro.
Ya no hay clubes reservados a socios, ya no hay profesores idealizados por la
fe, ni que den religión de motu propio, sino que se hacen cursillos y se sonríe
al obispo o al cacique de turno y se paga con buena voluntad , el sueldo que
sale de las arcas de la comunidad , sin oposiciones. Mayo puede que sea el mes
de la comuniones y que aún haya miles de vírgenes caminando a dos patas y miles
de fieles que creen en lo que dicen creer, pero escama, pica y rasca, que solo
se sea , cuando se ve y se pude sacar algo, llamémosle trabajo asegurado sin
tener que esforzarse, ni partirse, los ojos en un temario o darte la presunción
con los tuyos , por no ser menos, sin estar casado o habiendo dejado al legitimo,
por el que te envalentona más en la cama, que las parejas están muy bien , cuando
están sentadas esperando que llegue el infante vestido con buenas galas, pero
no cuando se echan en cara la pensión alimenticia , a la puerta de los
juzgados. Lástima para los supermercados que pasará y ya no se llevarán las
cervezas y las espirituosas en sacos llenos, ni los pinchitos para la barbacoa,
ni los garbanzos para el rancho. Lástima para los de dinero no aflorado , que
ahora aflora en carpas, en cesped cortado, en campos alquilados y castillitos
de aire enrarecido. Lástima de niños haciendo el gili en cola , cuando a más no
de tres años, estarán haciendo lo que papá y mamá y encebollándose por entero ,
sin fe , ni gaitas benditas.
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