domingo, 18 de mayo de 2014

DESVOCADERO DE VOLUNTADES


Se quiere reformar la universidad, una vez más a golpe de titulaciones, sin acordarnos que hace muy poco se publicitaba, a bombo y platillo, las nuevas titulaciones. No es más mejor, sino solo si va acompañado de otras cosas. Porque no me dirán que se estudia lo que se quiere o lo que se tiene vocación. Seguramente no, pero eso está bien, lo que no está bien , es que se pida tan poco, muchas veces, para ser. Ahora se pide , más que nada pasar una prueba y ya estás en una carrera de letras. Pero … ¿y luego qué?, pues que no se encuentra trabajo o que se eternizan las oposiciones o que malgastas esos años de estudios , trabajando en lo que sea, llamémosle hostelería en la Caleta.                                                                                                                                    El intrusismo está a la orden del día y el pagar poco y el zancadilleo, que el que no baila trota y a pies juntillas. No nos valen los ejemplos , porque hasta en el caso de León, no vemos sangre derramada , sino oposiciones con trampa, puntillismo e interinismo, de vox populi, de que “si te arrimas a buen árbol , buena sombra te cobija”. No es por siglas, es por vocación trepadera que eso, por desgracia, aquí lo tenemos a todas horas y los noticias , reburbutan corrupciones y tropelías de enchufaderas, a cada rato. Por eso la universidad no debería ser perdedero de tiempo, ni encumbradero de voluntades, sino enseñanza pura y dura, de lo que va a ser tu futuro. Futuro, eso,  que el 62 por ciento de chicos universitarios, en su mayoría no tienen, porque engrosan las filas del paro. Y es pena para ellos, dolor para sus padres, pero lastre para todos, porque quién va a pagar nuestras jubilaciones, y quién las de ellos, quién va a sobrevivir , sin que medie la buena suerte o el cese de la crisis que ya algunos agoreros titulados , vaticinan que durará más que las profecías de José con las vacas flacas. Lástima de años perdidos, de grados consolidados y de másteres y cursos , que pagan a medias papás y las becas, esas que recortan cada vez más y que los chicos anhelan , porque saben que si poco resuello tienen con estudios , sin ellos son laguna seca. Puede que haya que zanjar titulaciones como la de periodismo, porque ya no hay prensa y ya no se lee prensa , ni se escribe en prensa y es milagro que aún queden barcos errantes, como el holandés , que navega por mares oscuros donde las multinacionales, apuntan maneras y las grandes fortunas , apuestan su publicidad. Es por ello que periodismo es profesión a extinguir , en un mundo , que ya no necesita saber sino ser informado, uniformado por colores afines, por memorias no vívidas , sino vividas por un sector , que quiere imponer su santo y seña , como con los maestros, los abogados, los jueces y los policías. Marcas de lobo a dentelladas, universidad sin esperanza y jóvenes parados, de larga duración, en universidades rotas por el descontento , con manifestaciones que desembocan en la mayor edad , esa en la que ya deberías ser padre y aún no has conocido nómina que se precie , ni más trabajo que el parcial y veraniego. Jóvenes de 25 que se reciclan, sueñan con el ejército y un jornal o con ser policía o ser conductor de autobuses, aunque años atrás poblaran las universidades y sean psicólogos , pedagogos o lingüistas. Quizás haya que reformar las titulaciones, recortarlas a las de posible trabajador o parado para toda la vida y erradicar estas últimas, como los dinosaurios, los soñadores o los idealistas. Lástima no hacer desaparecer, no por las armas de fuego , sino por la sensatez de la ley, a los corruptos, a los que se quedaron con nuestros sueños, a los que nos engañaron y nos engañan y mandan en nuestras vidas , desde púlpitos rectangulares , de algún mercado con divisas. Qué marrón más grande , no poder cambiar los destinos de esos tantos por cientos que lucharon y perdieron y no sabemos si algún día podrán ganar , con el mucho dinero robado, el defraudado, los paraísos fiscales y la inversiones, que luego quebraron y el Estado las volvió a levantar, endeudándonos los costados, las vertebras y los corazones. ¿Qué será , será?

2 comentarios:

  1. Quisiera encontrar un argumento por pequeño que sea para llevarte la contraria, pero no soy capaz.

    Un saludo triste

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  2. Quizá haya que admitir que no hay periodismo porque cada vez hay menos periodistas dispuestos a ejercer una profesión que requiere un compromiso personal.
    Quizá haya que admitir que este gobierno tiene mayoría absoluta porque le votaron muchos electores pobres para que defienda los intereses de los ricos.
    Quizá haya que admitir que algo de culpa tenemos todos...

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