No lo quiero nombrar ,
porque se me apergaminan los labios y no quiero darle audiencia , a lo que no
tiene ni público ,sin pagar, ni sentido mínimo. Cuando
naces en un sitio provinciano, de una pequeña ciudad, acosada por el mar y las
hirientes hipocresías, aprendes a navegar , hasta a contracorriente.
Construimos en nuestra infancia y adolescencia, un perfil, que fuera el
más visitado y sonreímos, aún de lado
egipcio , para que nos vieran guapas, arregladas y muy mujeres , que es lo que
nos inculcaron, junto con la tabla de multiplicar, las flores a María y los
novios de revolcón rápido, de los dieciséis. Empezamos a pensar por
nosotras mismas , después de aquello, al
tiempo que se nos turgían los pechos, yendo a dar leche de buena madre y mejor
abuela.
Nos dimos cuenta por nosotras mismas , que no escucharíamos más las
voces huecas, no de sirenas que quisieran despeñar nuestro barco, sino de
grajos vestidos de etiqueta, fulastronas coquetas, escondidos tras el armario ,
de rejilla de madera. Somos la madre
creadora, hechas a imagen nuestra y es María , no la sierva de Dios , sino una
dependienta de contrato parcial, con dos hijos y soltera. Hemos
aprendido a amar y a que nos dejen tiradas, hemos desvestido nuestra vergüenza,
desnudándonos el alma y convivido con nuestros kilos y nuestra grietas . Hemos encontrado
en el tai chi o el pilates o la literatura o en un polvo mañanero, la razón de
construirnos por entero, de hacernos sin faja , ni sostenes, porque somos
etéreas, porque besamos labios de mujer
a cada rato y ya no nos escondemos para hacerlo, porque nos gusta palparlos con
la mano y encontrarlos sazonados de deseo. Mecemos en la yema de los dedos, el ritmo
cadencioso del tiempo y nos da la gana bailar a las tres de la madrugada , sobre
la espalda morena de una salsa. Somos sexo, somos
pasión sin prohibir, porque damos a todas horas, hasta cuando abortamos , para
seguir dando lo mejor de nosotras mismas. Somos política porque la parimos y la
fraguamos en nuestras entrañas y las dejamos expuestas en los escaparates, en
los anuncios de vallas publicitarias y en los prostíbulos donde nos marcan,
como a vacas. Somos
femenino de condición, de género apaisado y por deconstrucción desnivelado, del
infinitivo del verbo, amar. Estamos aquí para quedarnos, desnudas,
llagadas, lacradas y descompuestas, con la frente bien alta y los ovarios,
inquietos. Heredamos
el designio de nuestras abuelas y la semiente hecha vientre , en el pensamiento
de nuestras madres. Somos legión y sabemos por qué tenemos que pelear y a quién
tenemos que callarle la boca. Porque , grajo que espantas al día, de negro
cabizbajo el llanto, de represión y ojeras, surcada la cara, ya no te
escuchamos, ya no te vemos y ya no nos llamas, a plegarias de pías descalzas,
arrepentidas de darse un sorbo de vida, de tomarse un café con las amigas a
media mañana o meterse un bollo calentito , en la boca, cuando dan el ángelus. Hasta
que no separe la tierra el amargor de nuestros huesos, hasta que no condense el
sol, el latir de nuestro cuerpo, no dejaremos caer, la bandera de nuestra
identidad, de nuestra pasión y nuestro orgullo , que es parirte a ti , grajo, y verte decir tonterías, porque tú no puedes
parir, tú no puedes dar pasos seguros, ni hacer otra cosa que esconderte bajo
una saya , para envidiar lo que nosotras hacemos. Hace mucho tiempo que
nuestras abuelas, a la luz de la luna nos pasaron la magia dentro de un
caldero, hace mucho que votamos y que pateamos las calles y vamos a seguir
haciendo sendero, echando mecha y preparando el terreno, para las que vendrán
atrás, para las que nos seguirán en esto, que no es otra cosa que vivir, sorber
agua de mar y decirnos libres, ante los que como tú , nos quieren cortar el
resuello.
Precioso el artículo. Porque nosotras vamos a seguir haciendo sendero, echando mecha y preparando el terreno, para las que vendrán atrás, para las que nos seguirán en esto, ...
ResponderEliminarOs esperamos el día 1 de Febrero en La Gran Manifestación de Mujeres conocida como "El tren de la Libertad". Porque nosotras decidimos.