Para ser integrado en un determinado grupo,
necesitas cumplir un patrón, una significación, por la cual eres agregado a ese
tipo concreto, o sea, si eres idiota, haces necedades y te comportas como un
idiota, porque eres un idiota. Después se complementa, cuando entramos en una desviación
estadística…” como hay crisis hay más idiotas sueltos”, o “nos merecemos la
crisis por idiotas”. También está la desventaja biológica, hay a quien le viene
que ni pintado, porque ya desde chico se tropezaba con las puertas abiertas, al
hacerle la peineta al compañero de pupitre, o se reía a deshora, a boca
abierta, escupiendo a todo bicho viviente que estuviera a doscientos
metros o contaba chistes para hacer
llorar. Por lesión parece que
hay muchos casos de idiotas, aunque es verdá que grandes entendidos dicen que son
de generación espontánea, mismamente Aristóteles. Y por último están los
idiotas por creencias, esos que dicen de las mujeres que son unas feminazis
porque defienden sus derechos y no dejan que las insulten, les pellizquen el
culo o las maten. El proceso, ya les digo que es complicado, porque muchos de
nosotros en estadios esporádicos y erráticos, de amor supremo, de atontamiento
por fatiga o de necedad de domingo cervecero de parrillada, nos idiotizamos
hasta extremos alarmantes. Pero lo que sí es de perogrullo, es que no hay más
que ir, simplemente ir y te los encuentras por cualquier parte, porque bullen
como polen en primavera. El desarrollo tampoco lo tengo muy claro, más que por
la teoría de filosofía del derecho, en la que el catedrático Carpintero dijo a
plena voz algo así , no me hagan mucho caso , como que el sujeto siempre sigue
a la substancia, venido a menos que un pintor pinta, un peluquero , peina y una
señora de placer, regala dolores , en donde le aprietan los tacones. La
clasificación sí que me pone, porque en esto hay mucha metodología popular y ya
mi amiga Manuela decía que los pijos pueden serlo de corazón, o sea traducido,
pijiyoyas o la tía de Carlos nombrarle como forense, cuando está en un modelo
de formación profesional ,o sea , mentira necedaria. Van asociados a trastornos
en el comportamiento, porque cuando los enfrentas a la realidad, se evapora su
superioridad y jactancia y salen diluidos en el aire, como si fueran vulgares
ventosidades. También la cobardía o la petulancia, o ambas asociadas, marcan
muy bien los rasgos de la sintomatología. Lo malo es que las nomenclaturas , son
como los poemas de Gloria fuertes que se los saben los niños, todo el mundo los entiende, pero
que para mí, tienen mensaje oculto, como las botellas arrojadas al mar y algún día,
solo algún día , podremos entender todo su significado y por ello, al llamarles
idiotas al que casi nos atropella en el paso de peatones, al que nos deja en la primera cita plantados o
al que nos pone la música a todo volumen , cuando sabe que venimos de hartarnos
de trabajar por cuatro euros, se les iguala fácticamente , pero no lo son.
Ahora me doy cuenta de que no debría haber leído este post tuyo. Porque ya me veo analizando a cada individuo atontolinao que me encuentre para ver a qué apartado corresponde. Me repatean especialmente esos que "dicen de las mujeres que son unas feminazis porque defienden sus derechos y no dejan que las insulten, les pellizquen el culo o las maten" pero todos tienen su aquél. Como dice otra amiga de este mundo bloggeril: Ay, señor, llévame pronto...
ResponderEliminarDe eso nada,tú te quedas, para enriquecernos la vida a muchos...gracias, amiga.
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