EN MITAD DE LA MISERIA

Mis hijos ven extraordinario el invento del spray que inhalas y te emborrachas al minuto, porque argumentan, que es la fórmula perfecta para muchos que quieren hacerlo , lo más rápido posible y lo más grande , solo con los efectos, sin tener que tomar ni un gramo de alcohol, para ello.



No sé qué mérito tendrá el emborracharse, perder el raciocinio y dejarse llevar por la marea cambiante, de otros tan imbéciles como tú, más que el desinhibirse o el hacer el idiota, porque sí que puedo entender el gusto por un buen vino o la buena charla aderezada con unas cervezas, pero no que el etílico se convierta en un engorro, incluso para él mismo y menos aún que la fiesta degenere, cuando vándalos se visten de monos trogloditas y se tiran por ventanas o arrancan papeleras, o vacían estómagos o vejigas, en mitad de cualquier parte.



Lo básico en esta sociedad nuestra, que levantó ladrillos en el aire y ahora los vamos a tener que añadir a nuestra dieta, es la rapidez, el hacerte una casa como sea, el vivir mejor que el vecino, en competición alonsiana , pero sin ferrari al volante y “el vivir que son cuatro días”, como si nos fuéramos a morir mañana, cuando vemos –diariamente-a jubilados mendigando , en los cubos de basura, gracias a una mísera pensión que no les da para nada, viejos , como ratones de bibliotecas.



La vida da para mucho, incluso para arrepentirse, no a Bretón desde luego, que se enchula delante del juez y le habla como si estuviera sentado en el salón de su casa , viendo una película del oeste o Matas , que quiere expandir la ruina de Nooos por donde pueda, llámese Pons o Camps, para salvar sus nalgas, variando el número de los muchos eliminados , de este gran hermano judicial.


La vida da para mucho, para perder el trabajo o el piso, para que te voleen de la empresa como si fueras basura, para que te pongan más alumnos o te reduzcan el sueldo, o para que te llamen afortunado cuando aún trabajas, aunque no sabes por cuánto tiempo.


No dura desde luego para ver pagar a la iglesia por sus inmuebles, sin quejarse, ni para escuchar una declaración de amor de boca de un Príncipe heredero que humedeció sueños maduros , con esa lucha que televisó telecinco , por su princesa modélica. Debe ser que la realidad preside la crisis y masticamos arena y un euro vale lo que voluntades enteras y los cambiantes administradores de cualquier dirección o ministerio , ganan cinco veces más que cualquier funcionario , que se haya sacado su puesto con esfuerzo.

Lo mismo, a la sazón, van a tener razón mis hijos y lo del spray es todo un invento, porque ya no existen príncipes azules, que se casen por amor y digan que fue una parida, ni buenos que sigan con sandalias o descalzos, una idea peregrina, porque solo hay euros y poder, política y necedades y el pueblo se ve obligado a usar spray emborrachante, para poder tragarse tantas mentiras.