viernes, 20 de abril de 2012

SOY UNA PERRA



Mi vecino argentino dice que lo de la Cristina es pura cortina de humo y le creo porque el tipo, un grandón muy amable, que se dedica a tatuar cuerpos de policías, debe saber lo suyo de política y filosofía, si no díganme cómo podría componer cuerpos que la eternidad se devorará en dos bocados.

Lo del Rey -seguro que lo piensa igualmente mi vecino-es también cortina de humo y las portadas, malvasía de dioses y deleites de tertulianos, que dicen Diego, donde antes dijeron digo.

En mis tiempos en las Carmelas, prehistoria pura y dura, había por ahí una pegatina, cursi y recurrida, de una niña mal formada, regordeta y bajita, con cara de papa, que decía con sonrisa perruna, “amar es no tener que decir nunca lo siento”.

Estoy segura de que alguien sabrá de dónde viene esa perogrullada, se lo confieso a ustedes, yo no, porque nunca me preocupé, de seguirle el rastro, porque soy más de “quién me la hace, la paga”, ya saben, arreboles de sangre judía en las venas, que ni inquisición , ni santidad cristiana de generaciones, hace que dejen de refluir al canto de la ley de Levi.

El rey –como pretendía decir cuando se me fue la olla por otros dispendios- ha pedido perdón y el paro ha bajado. El dinero gastado en anestesiar de la vida a unos pobres tontos -y que por mucho que me digan que tienen un cerebro enorme, me recuerdan a los cabezudos de las fiestas catalanas, que mucho continente, pero poco contenido- ya parece, a toda la sociedad, que ha sido bien empleado y todo el mundo tan contento a sus casas a pagar medicamentos al precio que nos quieren poner.

Es lo que tiene un buen perdón, que vale para mucho y es muy recurrido, porque le sacas las trenzas a una niña en el colegio o le pones un ojo morado a la reviré aun compañero de aula, pues le pides perdón y a casa tan ancho y tan pacho con la conciencia bien tranquila. Eso sí, con propósito de enmienda, que para mí, que de eso el Rey no ha dicho nada y lo mismo cuando pase un tiempo y la cadera selle definitivamente y pueda bailar el foxtrot, lo mismo remata al orejudo padre de Dumbo y lo disecan para taburetes, como hacía Onassis, para gastarles bromas a las señoras muy pijonas , cuando ponían sus posaderas sobre ellos.

Seguramente mi vecino argentino es un lince en lo de la política y todo son cortinas de humo, porque no sé a ustedes, pero a mí me pican los ojos una barbaridad y los perdones me secan la piel de la cara y me dan alergia , porque prefiero que no se meta la pata y que los niños piensen las cosas mejor , antes de hacer travesuras, y sepan, hay que dejárselo muy clarito , que la paga que les das es para gastársela en cosas buenas y no en tonterías, porque papá está en el paro y mamá limpiando casas y no está el patio del colegio, para que derroche un malcriado.

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