LA FORJA DE UN MACHISTA
El
Pekas va a ingresar en prisión, sin las fanfarrias de la Pantoja. Tampoco
saldrá escoltado por los flashes de su peregrinaje carcelario. Es lo que tiene
nacer tironero y gustarte empujar a ancianas para arrebatarles el bolso. Hay
que robar a espuertas y poner smile bien digerida para sentirte diva en los
medios y hacer saltar las alarmas en las instituciones o que te paguen
exclusivas los medios. El Pekas pasará a la ninguneidad de sucesos, esos que ahora importan tan
poco como que la gallega masturbadora vaya a ser desterrada de por vida y sus
acosadores digitales solo marcados por una pena que se extinguirá y que no les
habrá enseñado nada. Es la seña de identidad. El pan nuestro de cada día,
porque empujar a una anciana es fácil y vejar a una mujer sale casi gratis.
Verán fotos en los perfiles de wassap de madres amamantando a niños de
nueve y dirán las psicólogas que es
fuente de salud y bienestar mental. Pero después vejarán esos mismos a sus
compañeras de clase y les dirán machadas que bordar en petit point. "No
sabes lo que dices","estás tonta" o "te estás
enterando", dicho despectivamente y con mala leche a raudales, es el arte
del birlibirloque de un machista en estado puro. El último caso, por ahora , el
del asestador de hostias por medio de la tapa de la cisterna del inodoro. Ya
ven, solo es un presuncionable, no como el Pekas que roza ya el pleno al quince
por los muchos tirones cometidos o los digitales que son penados aunque no
vayan a hacer el paseillo de entrada.
Los otros, los que se hacen, son más peligrosos aún, sobre todo porque
maman de teta - y eso me parece bestial- acunados por una madre que los protege y guarda como figurita de Fátima
revenida para darte el buen o mal tiempo. Las madres deberíamos
proteger de casi cualquier cosa, menos de ser un mamonazo. De eso deberíamos
proteger a todos los demás para no tener que llorar a sablazos. Los malos
tratos empiezan por el desprecio, por el acoplamiento y por decir que su padre
hace igual cuando levanta la voz un niño de nueve en actitud chulesca y
agresiva frente a una niña de igual edad. No se hace camino mirando para otra
parte, no se hace permitiendo a los bárbaros coger la porra y levantarla para
amenazar. Se hace calzándote las alpargatas y tragándote los guijarros del
camino. Pero es difícil, sobre todo educar. Lo más difícil que hayan hecho ,
porque no tienen reglas fijas, no hay
modalidades y siempre habrá una fase que está definitivamente hecha para
sacarte el resuello y dejarte tirado hecho unos zorros. Educar es el catecismo
de la civilización y nunca podremos serlo si dejamos a nuestras mujeres
desangrarse en cuartos de baños , machacadas a golpes. Pero tampoco si pequeños
cafres no son amonestados, reprendidos y encauzados convenientemente. Las
miradas desafiantes no son delicia de madre en café cerca de la catequesis.
Los idiotas no dejan de serlo por pasarle la mano por el lomo porque falta muy
poco para que se llame Pekas, te lo encuentres en un esquina y te arrebate el
bolso de un tirón, llevándose tu cadera y tu rodilla derecha. Es el mono,
saben, el mono de la inferioridad que sienten, la mala baba y las ganas de
explotar la superioridad vacua que les dijeron que tenían en los genitales
estancados dentro de la bragueta de los pantalones. Bolsitas escrotales que no
valen para machacarse y ganarse el pan, ni para darle a una mujer el sitio que
le corresponde sino para reírse con los amigos por el chiste de que una gallega
haya tenido el despiste de dejar en la papelera del ordenador que manda
arreglar , un vídeo despistado. Y después corre , ve y dile, que nunca podrás
regresar al sitio de ellos que están
penados aunque no paseillados, como la Panto, que luce el tipo lo mismo en
Telecinco que en los alrededores carcelarios. Dientes, dientes, para partirlos
y mellarlos. Dientes y dientes para reírse de nosotras, las que somos alfombra
de tender y quitar como la Mari que lo cuidaba a él y la molió a palos .
No se hace camino mirando para otra parte...
ResponderEliminarInmenso, duro, valiente
Gracias Pilar. Un enorme abrazo, amiga
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