Ya saben que soy
realista, pero es difícil serlo , escuchando envuelta en un zapping a una
comentarista del "cámbiame"decir que ella no podría pasar ni veinte
minutos sin comprar ropa.
Se burlaban de una "cambiante" que decía no
poder pagar ropa por darle de comer a sus hijos. Hay diferencias, no hay duda y
picaresca y negritudes, más allá de las puertas de los juzgados.
El otro día ,
acabando el colegio, estaban hablando dos comadres de estadísticas de pobreza y
salió el tema de la alta incidencia y del aguante, a lo que zanjó una el tema
diciendo que había mucha subvención, mucha apariencia y mucho "negro", incluyéndose ella
.
El problema es la desconfianza, porque sabemos todos de casos que nos
hinchan las narices y cuando pedimos rigurosidad en los medios, control y
verificaciones, nos dan en la cara bofetadas, llamándonos de todo, menos
bonitos.
No es que seamos ajenos, es que estamos apaleados. Ahora nos quieren
esquilmar las pensiones, cuando sabemos de gente que no cotiza, que trabaja
haciendo apaños, que coge y suelta y luego no es que vaya en Mercedes, pero
tiene propiedades rusticas o ilegales a su cargo, de las que tampoco paga , más
que lo imprescindible.
Si no me creen no tienen más que pasarse por los
diseminados, por las ilegales o como quieran llamarlas, de parcelas con
chalezones de dos plantas, piscina salada y cochera, en manos de gente que
plantándolas en tierra no abonada a los impuestos, espera el sueño de los
justos que las legalicen para hacer inventario.
Mientras , viven de los
trabajos mal pagados, de las becas de los hijos, de las ayudas, agarrándose a
un clavo ardiendo, y trasmutando el agua de la piscina en dulce, porque el
filtro de la salada sale muy caro.
No es broma, es aspereza porque en verdad
hay gente que lo pasa muy mal y me parece vejación de ellos , estas conductas
suicidas, estos parámetros misioneros y este devenir de vaivenes políticos
enfocados por una cámara.
Se venden los pisos de los bancos, ocupados y
minusvalorados por ello y en vez de desahucio, se paga al ocupa, que corre a
buscar otro premio.
No es dar con la pierna una patada a la puerta, mas que
algo de última generación de desesperanza, pero también algo que se banaliza y
es portada, de políticas que quieren emerger y sacar pábulo y comer trozos del
pastel, qué bien debe estar adobado, por lo mucho que lo ensalzan y gozan de
poseerlo, los culos más granados.
La mayoría aguantamos como podemos, vivimos
eternamente pagando, quejándonos cuando nos dejan y encima criticados.
No les
gusta que recriminemos, ni que digamos que nos duele la espalda y que la comida
está cada vez más cara, porque siempre hay quién te escupe tu suerte de al
menos tener un clavo , con el que quemarte la mano.
Luego llegas a tu casa y
vas apagando luces, cerrando grifos, barrenando cuando abres el recibo de la
luz, o la multa de trafico .
Nos hemos acostumbrado a vivir con la nariz tapada, rodeados de quienes encuentran en la confusión un espacio en el que vivir a costa de los demás, pero cada vez son menos los que aportan, por arriba y por abajo quedando los de en medio definitivamente atrapados, conscientes y agotados.
ResponderEliminar