viernes, 16 de enero de 2015

FELICES PRESERVATIVOS


Hay una empresa que organiza un viaje a Cádiz- exprés- para la primera noche fuerte de los carnavales. No tiene nada que ver con la comparsas, ni con los disfraces, sino que va más bien de botellona , con pinceladas de sexo achicorio para atraer eurillos. Ha sido Cádiz , señorona de las cortes gaditanas y queda ahora de ramera rastrera , saeteada por borrachuzos de pésimas chancletas. “Preservativos felices” le llaman a la guinda del paquete promocional, con superbocata de hamburguesa de desayuno y alcohol y más alcohol , que es lo que tiene  la pantomima de fiesta , donde lo que vale es bailar y beber, triscar y beber o beber y beber , y luego miccionar o defecar en cualquier esquina. No es el centro gaditanum un sitio donde las bullas se conviertan en lo del Arena, pero sí donde los comas etílicos requerirán ambulancias y si los euros se ponen por coste de vida , en pos de una efímera fiesta , verbo que conjugar con la tragedia. Calles que serán devaluadas, la ciudad que funciona boicoteada y seguro que estarán detrás los de Podemos , que es la campaña electoral y todo nos vale para hacer luego cuentas. Felices no van a estar, a la mañana siguiente , después de rotos los preservativos y vaciados en las aceras, con el bocadillo de hamburguesa pegado en las encías y el sueño a cuesta y los autobuses despegando y los borrachuzos yéndose y la ciudadanía gaditanae despertando de su letargo de décadas , paseando entre vidrios rotos y micciones descubiertas, para sacar al perro a dar un paseo por la Plaza de Canalejas. No serán los vecinos de la plaza España más que penitentes de la fiesta y sus portales apeaderos y sus casapuertas contrafuertes de una guerra , en la que los gamberros vienen remasterizados y las empresas con catering de preservativos. Pero llámenme vieja y retrograda, que no creo en esas fiestas , ni bebo, ni agua bendita, ni de borrajas , ni de rebajas y mucho menos de botellones , rodando luego por las aceras. Soy exiliada a la fuerza de muchas cosas como éstas y sin población se va a quedar la matrona en otros tiempos, ahora alcahueta de preservativos logotomizados , si no cuida a su reserva, pues cuando los ancianos y los que sirven los servicios sociales acompañándoles en el pésame de  los alquileres , se diluyan, la población va a naufragar y se irá como las golondrinas de Bécquer , pero por no aguantar más barrabasadas, ni más necedades, más botellonas avinagradas de defecadas y cantos eufóricos , en tu propia puerta. Que es una fiesta para disfrutar y las agrupaciones ya me han dicho que van a ese mismo sábado a campar lo más lejos que puedan y que se fleta, como en el 23 F, todos los que estén medio a babor en el náutico , que hay desbandada, antes de que lleguen los preservativos y nos inunden la retruécana.      

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