Hay quien se extraña de
lo que ha pasado con los Pujol, porque debe andar despistado por el planeta. El
Pederasta no, que se afana en cambiar su imagen , para que no lo delate en la
rueda de reconocimiento. Y es que pueden mentir a mansalva y quedarse tan
frescos, que el acusado tiene el derecho a contar lo que le dé la gana.
Vergüenza torera había en este país y la gente dimitía , no para coger manteca
colorá , sino para no dar con su cara en los pizarrines del suelo. Pero ahora,
entre cumetas, ya no hay más que un Gran
Hermano a niveles totales, de jedis venidos a menos y emperadores sin
togas , sino con Parlamentos. Nadie reconoce que la espichó , porque enseñamos
que la verdad no existe , ni está ahí fuera , porque la invención no es arte de
imprimir en páginas de cuentos , sino en teletipos y tertulias palatinas. Los
nuevos Reyes son portada del Hola perpetua y el selfilizarse con los ciudadanos
no los hace más de carne y hueso , sino más comercializables , como a Pedro
Sánchez o a Pablo Iglesias. Se nos fueron los viejos modelos que solo hablaban
como Tierno Galván con las verdades como puños, con la mente inquieta y esa
fealdad de cuerpos naturales , sin eslóganes del corte ingles , ni vallas
publicitarias de dientes esmaltados al vacío. Tengo
un problema con la ortografía y se me dan mal las comas, porque las pausas las
traspapelo y las mentiras me hierven , en mitad de los telediarios. La gente se
muere de desesperación en las colas del banco de alimentos , pero los trompos más
caros de los chinos – los de quince euros-han desaparecido, porque antes
muertos que sencillos y antes de reconocer que nos morimos de pie, compramos el
alma a plazos a un descornado diablo. Los huesos de mis muertos me están
llamando sin aspavientos, recordándome la mortalidad y lo cerca que andamos
todos de darnos un buen traspiés e irnos al matadero, sin Ébola que nos mate,
sin tumbas abiertas en el suelo, solo con jodernos la bolsa el empleo y
sacarnos la riñonada a flojeza de sueldo. Mentimos más que respiramos y
respiramos cuando nos dejan, en este planeta de polvo y paja, que nos hemos
hecho a la medida , de las grandes fortunas. La política se reinventa, se
reinvierte y cambiamos collar de perros que lamen a la luna, porque los que
quedamos, los hastiados, los profetas , los empuñadores y los solistas, curamos
los abscesos con rabia y melancolía , como lo hacían los antiguos poetas. Tengo
un problema con las comas, con los mentirosos
y los lerdos, envainillados todos en tertulias de andar por casa, en
prensa pagada por la publicidad y con gente que llora y clama , sin que haya
infierno por medio. Dice la Quirós que ando enleonada y va a tener razón, será
porque barrunto tormenta y aún no han sonado truenos.
¡Hola! has dicho tantas verdades que no hacen falta las comas, los puntos o cualquier signo de puntuación. Esta piel de toro parece una noria donde unos (ladrones y listillos) se alimentan de los otros y todos sacan tajada... Mientras, pagamos los de la nómina, y se reduce el estado del bienestar.
ResponderEliminarSin embargo, al final, todos vamos a ir al mismo lugar y no creo que les sirva de mucho ser los más ricos del cementerio.
Un saludo afectuoso
Barruntas tormenta...¿será la definitiva?
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