Lo de la pareja de
Madrid que enterró a su hija, es de libro de psicología. La actual pareja de la
mujer , fue el detonante que llevó a la policía a interrogar a los padres y a empezar
la búsqueda, hasta ahora, infructuosa de los restos. Dicen
que la niña nació viva, pero que murió, como las flores del campo y como ellas,
fue olvidada cuando pasó la primavera , y que la enterraron, suponemos ,
dándonos con un canto en los dientes , para olvidar el mal trago del suceso. Malos
tragos , que se pasan en fiestas de colegio en veranito, con los calores
asomándose a las claraboyas relucidas y con los niños propios y ajenos en la
tarima bailando y los padres separados, peleándose, a voz en grito , por quién
abona los zapatos de temporada. Las parejas actuales, son mal miradas, también
en las actividades extraescolares y es pena ver la cara del padre abandonado,
cuando la que hasta hace dos días era su “legítima” , se besa con fruición, en las gradas con el actual debutante. De los niños ni les cuento , la
paciencia de los críos, lo bien que lo llevan , por lo general y cómo tienen
abuelos triples o cuádruples, que, con suerte , les regalan reyes por varias
partidas y rivalizando en el coste final . La
vida es como uno se la tome, no Marta del Castillo , ni la infantina de Madrid,
que yacen bajo algún sitio desconocido, como los que murieron ajusticiados por
llevar en un campo de girasoles, los colores inadecuados. Cuando las pistolas
encañonan no hay Ángel que te proteja y no hay caridad, ni buen hacer , en una
madre o un padre , que, en vez de mirar por tu bien , lo que hace es enterrarte.
Los
muertos , muertos están, pero no todos enterrados tras las tapias de los
cementerios, ni incinerados, ni olvidados, sino que peregrinan como penitentes ,
por las calles vacías, sin rumbo , ni
destino , porque solo velan por su retorno a la vida , sin saber cuándo se han perdido. Resucitados
sin aleluya, parejas de lecho , hundido por el peso del esperma ajeno, de la
mala razón, de la mala hostia que tienen que entrever el hígado y las
entretelas, para matar a alguien a quien has parido, para matar a alguien a quien
has amado o dicho hasta la saciedad que amabas. Es gloria ver en estas fechas
cómo nos repartimos a los niños , como caja de bombones abierta, “tú conmigo de
tal a tal y después con tu padre o con tu madre” y después los echaremos de
menos en el entrenamiento , porque el padre no quiere pagar más y la madre no encuentra
trabajo , que hace más horas que muerta , porque cursa FP para ser auxiliar de
farmacia. Los velones ciriados, las lágrimas de cera virgen, los mantos y las
púrpuras, las vírgenes, virginales, y una niña enterrada en un parque, junto a
heces de perro , esclavo a un amo y una correa. En qué mundo estamos que consumimos
vida como consumimos espacio, como consumimos animales, que abandonamos porque
es una semana y no quiero atarme a nada , ni siquiera a unas rollizas mejillas,
que son clavadas a las del hombre que quieres abandonar, al que ya no quieres, al
que incluso detestas y viene otro por la puerta y te delata ,porque se enfada o
porque te teme y teme que le dejes y que vuelvas con él , ahora , que todos los
días lo ves , porque la policía os echa el lazo de haber qué habéis hecho. Y la
niña no aparece, tampoco la de Antonio y Eva, que ya va para cinco años que
está en espera, llamada que no coge tono, padres que buscan esperanzas, donde
no hay más que dolor y llanto. Pareja de Carcaño, quizás lo fue de inocencia ,
de tontear con el niño gamberro que gusta a las niñillas que empiezan a
despuntar, hombre envilecido y cruel , ahora, desperdicio del sistema,
envilecedor de gastos inútiles, que genera, por no hablar claro y desembuchar
el tema, o por callar mucho o por hablar a desmadeja , para que no se sepa
nunca lo que fueron los hechos pasados.
Cuando alguien sale con mala sangre y malos sentimientos o incluso sin ellos, da igual como sea su pareja -de hecho, de derecho o de torcido-, son gente que carece de noción del mal. Y mata como bebe o como canta, sin conciencia. Pero, además, y hago esfuerzo por entender lo que no tiene explicación, estamos haciendo un mundo donde sólo importa lo que tiene precio y estamos echando a muchos seres humanos a la cuneta, muertos y vivos. Estamos haciendo cosas que no tienen más sentido ni más finalidad que el dinero, el mucho dinero, ni más contraprestación que la miseria ajena. Un puzzle irracional, nena.
ResponderEliminarDe paso te diré que he estado en tu ciudad y he visto a tu alcaldesa. Ya nos saludamos como conocidas y nos despedimos hasta el próximo año.
Me hubiera gustado tomarme contigo un café y darte un sonoro beso
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