jueves, 6 de marzo de 2014

EL PASO DEL FLAMENCO


Lo de Ucrania nos tiene al fresco, porque nos esperanzamos más en el auto-empleo, hartos ya de las colas del paro , que vienen resacosas de los carnavales y se les agria el aliento  , con las declaraciones de presidencia.                                                                              Creamos empleo, como levantamos el país a base de ladrillos enlodados, que ahora sestean al compás de la Sareb, órgano eréctil donde los haya, que se alimenta no de viagra , sino de buenas voluntades.                                                                                               Los jubilados que preferenciaron sus ahorros , podrían verlos en su vientre virtual, en las casas que se hipotecaron y no se venden , pero que todos pagaremos con nuestros impuestos , para que algunos ganen mucho más de lo que podrán gastarse en toda su vida y siete reencarnaciones más, que tuvieran.                                                                                              A algunos el Gates les parece un filántropo, pero debería ser inmoral tener tanto dinero, que no se pudiera, ni siquiera , bailar sobre él,  como hacía el tío Gilito,  que se ha quedado obsoleto , porque los nuevos ricos no refunfuñan cuando tienen que compartir con los suyos, sino que asquean la cara cuando ven a la gente en la calle despiezada, tirada y sin vida.                                                                                                                        Los Hollywood nos quieren enturbiar la mirada, pero estamos saturados de “salsas rosas “, de “salvames” y de putaditas enmarcadas, para que nada nos alumbre la esperanza, que se nos secó con la leche de los pechos , cuando aún no echábamos los dientes.                       La niña que violó el desecho de Ramos debe acordarse todos los días de él, de seguro ha perdido la fe en la buena gente y desconfía de los extraños. No le servirá de nada verlo sentado en el banquillo de los acusados, tapándose la cara con un gorro de lana y unas bragas , que se atusa , para enervarse en el asiento de madera como si le estuvieran pinchando. No nos sirve de nada que nos digan que todo cambiará a mejor, si es que cambia, cuando estamos sumidos en la miseria y nuestros hijos no tienen que llevarse a la boca y la gente hace oídos sordos a todo lo que no sea el hoy y quizás, el mañana. El carnaval es lo que tiene , que empapa y empantana, que descoloca y pone idus de marzo , donde solo había idos en marzo y después abril. Pero somos carne de fiesta y bronce de playa y parados de larga duración , que fantasean con la política y los descuadres de foto, mientras Lagarde nos pone las banderillas en todo lo alto de la chepa , que para eso estamos encañonados por las deudas que no contrajimos y nos quiere regalar una corbata más estrecha , para que saquemos buenos colores y se nos vayan las malas ideas. Lo de Ucrania pasará, qué más les queda, llevan décadas igual y la política es un arte en el que las minorías, los ciudadanos y la moral, no juegan, lo más se violan y después se intentan matar, para que no hablen,  como a la niña rumana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario