Las pelotas de goma que
se tiraron a los que nadaban a duras penas, no fue la causa de su posterior
fallecimiento en Ceuta, fue el mar, que se te amontona en la garganta, te lo
tragas y lo expeles , cuando ya vas camino del cielo. Era grande y ancho el mar
y aunque la orden se dio, nadie sabe otra cosa más que los patitos naufragaron
como en los puestos de la feria, cuando los niños en vez de izar las cañas ,
sin saberlo hacer, empujan con tan mala pata , que los patos vadean. La
justicia universal es un mero canto de sirenas, porque para qué vamos a ir a
saber donde todos callan o nadie habla o la justicia patria esconde, manipula y
tergiversa. Es que los jueces estrellas son así , de espasmódicos y se les va
la toga y quieren medrar y les pesa no hacer nada tras nuestras fronteras, con
lo mucho que hay por hacer aquí, sin más , dejar tranquilos a los que
inventaron las preferentes , que son consumados empresarios y gente de bien,
que indicaron que se podía ganar mucho dinero , a una gente que ahora se las da
, de ignorantes y catetos. Las causas es que son estupideces, como que ahora mueran
más mujeres, sin que nadie sepa el motivo… será por las machadas, por la falta
de educación materna o porque los tío son un sindiós, pero nos cuelgan esas
muertes de las páginas de los periódicos y de vez en cuando nos amargan la
comida o la cena con tanto llanto y tanta tragedia, menos mal que después
olvidamos, seguimos nuestra vida y cambiamos de tema. El problema son los
efectos de no hacer caso a las causas, causas de legalidad, de moralidad o sin
más de ética, porque cuando callas a los que deberían gritar , a los que
deberían informar o a los que deberían manifestarse, la llaneza se convierte en
cobardía suprema y nos ahoga , como el agua salada que mató , en última
instancia , a los infelices que con tanta alegría saltaron la valla de
frontera. Esa montera se les clavó en el alma y no solo como concertina,
rajándoles el pellejo, sino matándoles la boca para hablar y queriendo callar a
la prensa y amordazar a los jueces que
visten de negro , por luto y pena. Luto universal por los que mataron en la
invasión del Tibet , que queda obsoleto por los acuerdos comerciales, veto
informativo de los directores generales, mujeres muertas por políticas
inciertas y Couso desde el infinito , mirando con su cámara a cuestas.
Ignorantes catetos , somos todos, que nos dejamos encobar por desmedidos
propagandistas de lo absurdo que nos tienen la cabeza maltrecha, los bolsillos
rajados y el futuro hipotecado. Hemos preferenciado nuestra vida, la hemos
regalado por una papeleta y ahora estamos bien jodidos, esperando que la causa ,
no nos sentencie a la miseria.
Chapeau, nena. Diagnóstico certero.
ResponderEliminar¿Qué hacer más? me pregunto un día y otro. Contarlo, me respondo. Ya que no tengo capacidad de gestionar otra cosa que mi voto, que nadie pueda acusarme de complicidad en el silencio.
Saber que estás ahi, que personas como tú están ahi, reconforta no poco.
Besos.
Eres un encanto, gracias
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