Cuando nuestras abuelas blanqueaban la ropa a
ritmo de sol caliente en sus telas, nunca pensaron que los sinvergüenzas
volaran como las brujas en cuaresma. Creo que nadie que no haya sobrevivido a
internet, creería que un ministro de justicia abogaría porque los corruptos
fueran castigados con limitaciones cualitativas. Tampoco creerían nuestros
ancestros que sería más importante la moral de nuestros bajos fondos, que los
fondos que se disfrutan , sin legalidad en Suiza. Y es que los términos ontológicos
tienen la vida contada , como los gaditanos envejecidos que son carne de
geriátrico de monjas , con avejentada y escasa descendencia.
Dónde habrán ido a morir los ilustres gaditas, dónde los corteses
constitutivos, donde los afrancesados en contra de Napoleón, que no treparon
vallas en Ceuta, sino que blindaron la ciudad a las normas que venían
importadas a la fuerza. Lo
mismo es que ya nos asusta más la marea negra que nos escarnece el alma, que lo
bajo que hemos caído , por querer seguir en la ola del consumismo y la necedad.
Lo mismo son las hormonas que asoman a mi lengua, lo mismo es la verdad que nos
importa más una procesión de cachondeo que una de penitencia, porque llaga las
llagas que no se ven , porque vulnera y escancia, la risa de la normalidad, en
la sacralidad de lo fatuo.
Saben
de años atrás que no soy de las que muere por nada, que por no querer
enterrarme , me he ido de mi ciudad natal , donde se muere por aburrimiento de
no saber ya cómo sacar cabeza entre tanto paro , tanta genialidad en los pies
plebeyos y tan poca creatividad en los sillones quietos del politiqueo. Es
vergüenza que gente tan noble a quien llama de todo por los tirititeos de las
redes, para acallar los desmanes y malas praxis, se les achaquen males
ciudadanos como la falta de empleo o la inactividad , en un itsmo que tiene sol
y playa y carnavales y mucha mala baba , contra todo aquel que inicia una
crítica. Es
vergüenza que a los corruptos se les aplauda, se les tolere y se les indulte,
es vergüenza que una procesión pagana escandalice en las cuevas de Tanit donde
se prostituían en su honor las matronas gaditanas, vientres fértiles y
complacientes donde los hubiera , sacerdotisas del amor profano y las buenas
enmiendas. Enmendémonos pues , hermanos
y hermanas, que la cuaresma ha llegado y hagamos fuego con todo lo que la corrosión
ha oxidado, con toda cabeza de turco que nos muestre que en este país se nos
tritura para sacarnos jugo , con que pagar deudas ajenas millonarias, boquetes
de tamaño abismal que otros han tejido con su codicia y su inoperancia, que
otros han empapado con su negligencia y colaboracionismo y que muchos callan , para
que no se les saque de la foto del parche. Parche
en el ojo del pirata que estuvo a punto de hundir Gades, por más de dos veces ,
saqueadas sus entrañas carnavaleras. Pirata europeo que aún nos manda, con
distinta cara, sin parche en el ojo bueno, pirata que viene al vuelo en los
consejos europeos y nos manda callar y hacer los deberes de cuenta y “pago te
doy” y pagamos todos , que para eso están las instituciones del Estado , para
apretarnos un poco más el gañote. Garrote vil que no nos merecemos, arruinadita
la Bahía, que siempre fue nuestra, la valla maltrecha de nuestra identidad se
nos cae encima y las procesiones , como
las brujas en cuaresma, como las penitencias, volando al cielo de levante con
las faldas aupadas y el mango de la escoba, retando la cara de tanto tonto que
encima se cree que nos engaña , porque antes hemos sido avestruces y hemos
escondido la cabeza. Cuando
nuestras abuelas blanqueaban las ropas en las azoteas , nos contaban de dónde veníamos
y somos tierra, somos carne, somos bravura y somos penitencia de risas
hermanadas y canciones encharcadas ,de crítica y disfraz. Somos pueblo y eso no
nos resta, lo más nos da esencia, que no se nos olvide, que no se les olvide,
blanqueantes.
Que no se nos olvide.
ResponderEliminarNunca.
Porque entonces ya habrán vencido
Que no se nos olvide lo que somos ni lo que queremos ser.
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