No sé ustedes, pero yo
me siento idiota. Cuando era adolescente , al menos tenía el consuelo de
pensar, que ya llegaría el día en que me
independizaría y haría lo que me diera la gana, pero ahora, veo que no, que hacer
lo que te da la gana es imposible , por muchos años que acometas en la espalda. Madurar , es una sensación de idiotez extrema, porque sabes conscientemente que
debes trabajar , para , con suerte, cobrar una miseria , para la que tienes que
madrugar todas las mañanas, coger un coche o un autobús o gastar suelas de
zapatos, que tendrán que ser reemplazados, gastándote más vida en pagarlos.
Debes alimentarte, no con lo que te gusta, sino con lo que es sano. Debes sociabilizar,
con todo lo que eso implica, pagar tus deudas, cumplir con el fisco, con la
familia, con los amigos, incluyendo días de fiesta y de asueto, en que no
puedes muchas veces, ni respirar, sin tener a alguien pegado al gaznate.
Envejecer , es un timo, porque te duele hasta la conciencia por lo que no has
hecho, por lo que no te han dejado hacer y por la sarta de mentiras que te
contaron , para que llegaras a este punto en el que nadie te hace –ya- ni puto
caso. Jorobarte, es entender que hay quienes están por encima y nos pasan
arrollándonos, primero nuestros mayores, luego nuestros hijos, algunas parejas,
ex -parejas, ex -amigos, ex de todo tipo , que se desvinculan de nosotros ,
arrancándonos la piel a tiras. Ponerte como una fiera, es escuchar a los políticos
diciendo gilipolladas, a los columnista salva-vidas queriéndonos vender oro de
pacotilla, a los que todo lo saben, escupiéndonos en la cara y a gente de la esquina,
que cuando tú pasas, dicen soberanas tonterías , para que todos les aplaudan.
Ahora, también quieren callarnos, que seamos maleables y no demos problemas y
seguramente seguiremos aguantando, pagando, enfadándonos, esperando hacernos
mayores y viéndolas venir , hasta que algo cambie, porque somos idiotas, yo, la
primero , ya les digo. Tanto , que aún sigo aquí dándole a la tecla, confiando,
como cuando era adolescente y las veía venir rosas y anaranjadas . Ahora con
familia, con deudas, con promesas incumplidas y sueños por recordar, la vida me
cercena y me amargan los sinvergüenzas , sordos y ciegos, porque soy incapaz de
pasar renglón o dar la vuelta de campana, como hacen tantos otros que deberían intentar cambiar algo. Veo la
miseria, veo la opresión y qué hago…comentarlo , para que ustedes pasen página
y se alimenten con cosas sanas, vayan a un trabajo mal pagado, no puedan
reclamar sus derechos y esperen una vejez , en la que tengan la suerte de ser
respetados. Me siento idiota , porque la realidad me abruma y no puedo
cambiarla, porque no soy un sonámbulo, ni una hipócrita, ni un visionario
iluminista , que quiere conseguir adeptos , sacando palomas de una chistera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario