En la puerta del
colegio, pasos arriba, han puesto un tenderete los suministradores de fe, donde
venden biblias y sobre todo, regalan consejos. No es algo raro , porque sin que
nos hayamos dado cuenta , nos venden por trozos, como empresa en decadencia. El arte del solapeo, del
mangoneo y el destierro vocacional, no nos lo enseñaron los nobles pueblos que
nos invadieron para darnos por el sello, sino nuestros genes de supervivientes,
a todos ellos. Estamos hartos de escuchar tonterías, de vadearlas, para que a la
mínima se nos estrellen en la cara, como ebrio en todoterreno. Las delgadas
presumen de cuerpo, tipo modelo austríaca o brasileña, cuando no son más que
ripios deslucidos de escasa carne y mucho pellejo. Sofía Loren que estás en los
cielos del olvido, Cardinale que ya no te ves en los espejos y Lollobrogida que
nunca fuiste frígida , porque el cuerpo no te daba para ello, me habéis
abandonado en la invocación de la carne magra atada y bien atada a las caderas,
los muslos y los redondos de las tetas. Algunos votantes de pp, que son como
los cornudos, los últimos que se enteran, me llaman pesimista por pensar que
esto no se arregla ni con la Caridá que debe de estar como la Lollo , la Cardinale
y la Loren , de capa caída. Si respiro no es por vivir, es para que no me dé un
sofoco y empiece a soltar barros que quedan de la pasadas lluvias, de ver a
niños en comedores escolares , comiéndose la única comida del día. Nunca podrían
usarse mejor unos impuestos que en gente que los necesite, sin quitarlos de
investigar si los que reciben subvenciones las necesitan de veras, porque el
pillaje tiene escalas grandes y escalas pequeñas y aunque mi sombra diga que las
pequeñas son pecata minuta, a mi lo mismo me joden. Y les digo porqué y se lo
explico, porque me tocan los ovarios cuando vas a coger plaza en un colegio y
te pasan por delante, cuando pides guardería y te pasan por delante, pides comedor
y te pasan por delante, monoparentales que no lo son, minisueldos que no
tributan y cotizan en negro y gente de barra de administración, que no
pide todos los papeles que debiera,
porque nos gusta más un pasar la mano , tipo caridad mal entendida, que un ser
rigurosista y mala leche , como es mi caso. En estos tiempos, en que los perros
se abandonan amarrándolos a una piedra de playa para que se ahoguen, los gurús
de la porquería abundan entre nosotros, también los carroñeros de la matanza,
que vienen a despojarnos de la última honorabilidad que nos quedaba…Las joyas de
la abuela, los sillones que nunca vamos a usar o el abrigo de la buhardilla. La
clase media se descarna, se desangra en alientos de channel de mercadillo, los
colegios concertados piden dinero para sufragar sus gastos y solo los más
adeptos, cumplen con el ritual mensual , del sangrado incorporado.
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