viernes, 12 de abril de 2013

NIÑOS QUE NO HAS DE CRIAR


No será la primera vez que una mujer dé a luz en su casa sola y luego asfixie al recién nacido. No será la primera vez, que una menor, lo haga, bajo la ignorancia de sus padres, dejando un cuerpo lacio y frío  y, de regalo, su futuro hecho añicos.                                        No sería la primera vez que ese niño fuera esperado y deseado, tanto y de tal manera, que una mujer, como una loca, contase los días, que le quedaban para ser madre del hijo parido, por otro útero que no es el suyo.                                                                               Se debate mucho quién tiene más derecho, si el niño sacado de su casa a la fuerza, por un cruel desahucio de sus padres o el que espera en la suya , y es molestado por los escraches, a su padre o madre, políticos.                                                                                                         Los niños están a la orden del día… niños que criamos, niños que cuidamos o dejamos, niños que queremos dormir en nuestros brazos, que esperan en centros de acogidas o casa familiares que no son suyas, a que su situación legal cambie , para encontrar una familia que les quiera.                                                                                                                                           Los niños no son moneda de cambio y sin embargo, los cambiamos, en los divorcios, en los maltratos, en las violencias familiares, de las que son testigos privilegiados, cuando no penitentes de primera fila.                                                                                              Se nos dice que no tiene nada que ver que un padre maltrate a su mujer, para que siga queriendo a sus hijos, nos llaman “feminazis”, si decimos a los legisladores que tengan cuidado, que los controlen, porque el odio a una mujer, se revierte en hacer daño a los que más quiere. Pero hay muchos ciegos que solo ven cuando una pequeña cae , envenenada , u otra marroquí , hace ya mucho , es ahogada, y después se desvanecen de la tierra , porque sus progenitores querían hacer daño a sus madres y no pudieron más que verter toda su ira , contra los más débiles y pequeños.                                                                         Los niños son un bien preciado y muchos los saben, bien preciado que nos duele, que nos sustenta y que quieren robarnos, porque hay indeseables que no valoran la precariedad de ese bien, su importancia y fragilidad, de cara al futuro de todos.                                               No creo que nada hubiera podido salvar al hijo, nacido y muerto, de la joven menor de Cambil, porque ni sus padres pudieron. Quizás, solo la sociedad hubiera podido…Quizás, solo esa madre que lo esperaba hacia años , hubiera podido salvarlo, hablando con aquella otra, haciéndola meditar de que otra decisión era posible , otra salida.                                                                                                                                       Los niños son moneda de cambio, los niños asumen nuestras culpas y nuestros desengaños, nuestros desahucios, nuestras deudas y también nuestras aspiraciones políticas. Son nuestros apellidos y nuestro eslogan, nuestra mejor marca registrada, nunca nuestros y siempre suyos, de la vida, que los prestó para que los hiciéramos, grandes de verdad, personas, a los que poder mirar a los ojos, con orgullo y saber que nos han adoptado, para convertirnos en familia.

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