viernes, 11 de enero de 2013

LA PLUMA ABIERTA


Últimamente-será la post navidad-los ausentes se me hacen más presentes. También puede ser que el panorama político que a mí me desilusiona y me lleva a no tener ganar de escribir, a mi difunto ramón Corrales le hubiera dado alas de artículos sin fin , en su Ronda natal y que por eso y no por la época , lo eche tanto de menos y busque su voz perdida y ya nunca hallada en el auricular del teléfono, con ese tono de un chavalote, entusiasmado , muy poco usual en un anciano de más de ochenta años.                                                              La actualidad de los imputados no me atraen como no lo hicieron ninguno de los ganadores del Gran Hermano y mucho menos el de la Voz, porque el puchero me gusta con carne de pavo y no enlatado, así que díganme qué se hace para criticar tanta basura y no solo la tirada por los suelos de los hospitales, causada por gente que trabaja y no cobra, como en la antigua Roma o a las orillas de las pirámides colosales, sino la que reverdece de obras sin acabar, comisiones cobradas y gente que se cachondea en nuestra cara de que ellos estafaron y ganaron y ahora a nosotros nos toca pagar los platos rotos.                                                                       No me gusta apedrear y me aburre hasta las trancas el decir que esto ya nos lo advirtieron a más de uno, porque se veía venir, que los conejos no salen de las chisteras por mucho que lo prometan electoralmente. Y es que estamos acostumbrados a que nos mientan, tanto, que incluso podría pensarse que si llegase un político y nos dijese la verdad, sin aspavientos, nos desmoronaríamos o nos daría la risa floja de lo muy mal que estamos, acostumbrados, por décadas, a que nos mientan.                                                        Me hastía la desgana, la falta de entusiasmo y el sobrevivir porque es lo que toca, porque nos han tocado y nos están tocando, sobre todo las narices, porque los eres ya se nos meten entre los dientes del alma y están empezando a pudrirnos por entero, porque cierran a familias en la desgracia de no tener, de perder casa, de perder sostenibilidad y de marcharse a la marginalidad, de la que no saldrán cuando esta crisis , que ha enriquecido a muchos y enriquecerá a muchos más, salga a flote y se renueve el ciclo y otros vuelvan a empezar a poner piedras en la pirámide , sin mirar hacia abajo porque no se lo pueden permitir , que da vértigo y lo mismo te caes y lo que es mucho peor lo harías, despeñándote encima de los tuyos , la siguiente generación de mano de obra barata que viene detrás tuya. Últimamente hasta los artículos me parecen pozos sin fondo, sortilegios de ninguneidad que dan círculos concéntricos hacia la nada de paro y necedad, combinados con desahucios y miseria, esclavos de nuestros hechos, sin paga extra por navidad, sin jubilación asegurada, generación baby puñeta que tendremos que trabajar por decreto, pero que no encontraremos con qué, ni dónde, para nuestro desconsuelo. 

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