viernes, 19 de octubre de 2012

SUCESORES



Esperanza Aguirre no quiere que nadie suceda a Rajoy, nadie como Gallardón, por supuesto, sino , como mucho,  alguien que cabalgue entre las brumas del bachillerato, por la lejanía de la cuesta y lo largo del empeño.                                                                  

 Bachilleres los había en las manifestaciones contra los recortes, presuntos bachilleres, futuros bachilleres, temerosos bachilleres que no saben si tendrán sus progenitores , para pagarles tasas universitarias y créditos de grados, al terminar el ciclo.                             

Al que no se vio fue al sucesor de Rajoy , que lo mismo se tiñe las canas con amoníaco vegetal para platearlas de amarillo y dice que se ha alejado de la política , con diurnidad y sin alevosía.                                                                                                                               No es de entender  que se niegue por tres veces al vecino de contrapuerta, en un mundo convulso y comunizado por padres que alientan las protestas estudiantiles y que pronto serán atajados con leyes gallardonianas ,de contención y mesura, para que la gente no se desborde y abuelitos, cachondamente llamados yayo- flautas , no puedan impedir el normal ejercicio de los bancos, de hacer dignamente más dinero, prestando dinero, a muy buen rédito.                                                                                                                          

Para rizar el rizo de la buena gestión, de la austeridad y semblanza , de una España que tiene marca blanca, no vamos a importar genios , porque el programa Ramón y Cajal que nos traía gente brillante por un módico precio, ha sido vaneado en este año y trasladado al que viene , que está lejos y empinado, como el bachiller que sucederá a Rajoy. Pero es que… ¿para qué queremos genios?, a nosotros con gente callada y trabajadora, ya nos vale, pero los sindicatos es lo que tienen , que no parar de cebollar la marrana y de dar morcilla y ya están preparando otra huelga y ésta general  y con el rescate encima , que, en Europa, somos la comidilla y hasta Hollande se apiada de nosotros y dice que somos perro flaco al que todo le salen pulgas, pero en un francés refinado y con acento de Asterix, que mola más y no se entiende ni jota.                                                                 

A nosotros, pueblo de barra de bar y cabeza de avestruz, qué más nos da el rescate , ni el Ibex, que estaremos contentos mientras España gane por goleada y Rajoy lo vea en la tribuna, los Príncipes sigan bien vestidos en la portada del Hola, seamos mano de obra barata que levantar un país, los abuelos estén quejándose de achaques de toda la vida  y los padres a castigar y jorobar , que es lo suyo. 

Pensándolo  bien , lo mismo, muchos no vamos a querer que nadie suceda a Rajoy, más que nada porque nos gusta vociferar y protestar dentro de los bancos y patear en los desahucios, porque no queremos parir mano de obra barata y nos quejamos y barrenamos, aunque sea de lejos y con la voz baja, porque Don Quijote ha mucho que se murió y –de él – solo queda la lanza en ristre y el perro flaco.

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