jueves, 11 de octubre de 2012

POBRES DE DESACELERACIÓN


Más o menos nos vienen a decir – los de arriba-que en el 2013 no habrá mejoría, que subirá el paro y que habrán más desahucios, pero también nos dicen que es culpa nuestra porque gastamos de más, aunque – esto es lo más importante- debemos resignarnos y no quejarnos en voz alta, porque molestamos y porque además , es mal de muchos , que no nos andan muy a la zaga.                                                                                    Los pobres españoles de ahora, son lo que antes tenían casa, tenían vida y trabajaban, los que daban trabajo a otros y los que iban en coche al trabajo y pagaban su gasolina y sus impuestos. Son los que daban de comer a otros, los que hacían sus casas, los que las vendían , los que las ensolaban, los que les ponían los electrodomésticos y las cocinas, los que daban clases a los niños  y los que ponían las inyecciones o rellenaban las recetas.                                                                                                                                               Cuando los bancos nos dieron los créditos, les pidieron el dinero a los que les sobraba , que a su vez querían sacarle más rendimiento y eso solo se consigue prestando el dinero a quien tiene más riesgo de no devolverlo, o sea a nosotros, los que entonces éramos soñadores, ahora transmutados en pobres sin miramientos.                                                         Y aunque parecía de cuento,  confiamos, confiamos en que la burbuja nunca nos estallaría en toda la cara llevándose piel, músculos y huesos, confiamos en que los pisos seguirían subiendo y que serían una buena inversión para nuestros hijos, sin darnos cuenta de que , en unos años, caerían a fondo y se convertirían en losas sobre tumbas abiertas.                                                                                                                                        Las madres-ahora- nos seguimos preocupando por si hace frio o calor por las mañanas, de si le pongo o no la rebequita al niño para llevarlo al colegio, pero ya no hay euros para materiales, porque “achuchado” se ha vuelto nuestro segundo apellido y hasta los colegios se hacen cargo y la solidaridad popular se ha puesto como tirita a la gran llaga social que se nos ha venido encima.                                                                                                                                                                  A nosotros que comemos realidades amargas como bilis, la desaceleración no nos sabe a prima de riesgo, ni a Ibex,  sino a gente echada de la casa que no puede pagarla, gente , que nunca pudo pagar porque era una trampa perfecta de arañas atrapamoscas, incautas y confiadas, que creían que los cuentos de Cenicienta y Bella se podían tomar con la punta de los dedos y hacerse con ellos una tregua.                                                               Hay algunos que discuten por los ordenadores portátiles que la Junta pone a los niños, sin darse cuenta de que acaban de pedir rescate por miles de millones de euros y que se cifran(???)para doce años al menos su devolución sobre nuestras espaldas, que no hay dinero ni para las necesidades especiales de muchos, ni para comedores sociales, ni para subvenciones esperadas, ni para dependencias, porque no hay nada, más que palabras huecas y gente hambrienta y una tortilla de un huevo, para dos niños, mayores, a medias, de soberano almuerzo.

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