viernes, 18 de mayo de 2012

EL PITO DE LA OLLA




“Mientras no pare de sonar, no habrá problemas”, decía una madre , con hija a cargo y dos nietos , refiriéndose a lo escaso del condumio familiar, porque por muy malo que fuera el pinchazo siempre se le podía tapar el agujero, con el pito de una olla express , sonando en la cocina.

Y es que sacamos optimismo de la desgracia y pesetas donde no hay euros, para vernos la cara lavada y sin pintar y no deshacernos en la frustración de notar que no salimos del bache, ni empujándonos las caderas.


La Junta ha rendido cuentas y va a recortar sueldos a sus funcionarios , para sacar así dinero de donde sea, llámese hidrocarburos , rentas altas y patrimonio, para intentar no tocar tasas universitarias y no despedir a nadie. Arenas ya ha cantado por arias diciendo que él no lo hubiera hecho, efectivamente, porque hubiera cuadrado cifras con los estatales y habría recortado en sanidad, en educación y en lo que le hubieran dicho, que para eso le apoyan incondicionalmente, a pesar de no consumar aspiraciones, ni sacar la mejor nota. La gente anda muy cabreada, por no tener a quién culpar de todo lo que nos pasa.

Queremos una cabeza de turco, de eso no hay duda y buscamos en los cubos de basura de políticos y famosos para revolvernos en ello, para sacarnos la impotencia del alma de ver como hacen con nuestro futuro lo que les da la gana. Los comentarios a las noticias ya pasan de castaño oscuro, no por vertientes políticas o por insultar como en corrala, sino por buscar soluciones en revoluciones o golpes de estado y acabar de un plumazo lo que con mucha sangre sacaron adelante unos pocos , para el bien de muchos.

Todo se convierte en política, todo es bueno para desacreditar, desnaturalizar o echar en cara y nos vamos quedando rezagados, limitados, con pan de playa y circo de televisión e interneses , porque solo nos movilizamos del salón de la televisión, a la pantalla del ordenador. La gente está cansada, rota y arremete contra lo que sea, porque le tocan su futuro y no están dispuestos a perderlo , ni a jugárselo a la baraja europea, no cuando hace nada vivíamos por encima de nuestras posibilidades y echándole bravatas a media Europa y por supuesto a los Estados Unidos.

Creían muchos que con Rajoy todo cambiaría , que volveríamos a la gloriosa época aznariana de “todo va bien” y “gaste en pisos y en lo que sea, que ya pagará mañana”, que entrarían a trabajar y que les rescatarían las hipotecas, pero se ven en la calle con más impuestos y menos sueldos, con los niños mayores , sin poder ir a una universidad para ricos y la abuela sin prótesis que calzarse, los enfermos crónicos sin ambulancia y la educación -en general -mucho más cara. Hay quien ya alza voces fascistas de “echemos a éste” o “corramos a aquel otro”, se cierran fronteras y no se da atención básica al que la necesita, lo mismo nos estamos transmutando en Grecia o , peor aún, viajamos hacia tras, en el tiempo .





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