propósitos

Antes,en el nuevo año, yo me hacía propósitos. Incluso, llegado el 31 del año que se iba, marcaba los deseos en un papel que luego de un ritual, quemaba para que se cumplieran y era tan guapo que amalia quiros me pidió que le hiciera uno para ella de de buena suerte para festejarlo no sé en que celebración pagana, creo que un solsticio , para compartirlo con amigas suyas.

Eran otros tiempos, tiempos en los que combatía y esperaba ganar, tiempos en los que la piel no me dolía cuando me daban espadazos, ni las traiciones me hacían mella, ni confiaba, solo iba o hacía o como mucho, esperaba.Tiempos que se fueron cuando me hice mayor no de edad sino de sentimientos y entendí que lo que hay es esto y que de nada sirve soñar con que las cosas son diferentes porque sí o porque lo quieras.

Seguro que será porque me estoy ennegreciendo y sin rayos uva, me estoy resquebrajando como el cuero seco y no me importa porque ya no me importa nada, mas que sobrevivir, seguir al paso que sea, dormir y levantarme, ir a trabajar y volver a casa al calor de los míos, porque lo demás es hipotético y difuso, lo demás, no existe y lo mismo está bien que así sea.

Este año no he meditado ni inspirado al tiempo con propósitos que no cumpliré, no he pedido deseos al fuego de la noche que cambia el año, ni he sucumbido a la tentación del cava , ni la fiesta ,ni las uvas, porque este año estoy un mucho muerta, estoy desenfocada y tirada en la calle, como los vagabundos, como los que se hielan de frío y se mueren como perros abandonados, que también, como los que no saben qué va a pasar con ellos,como esos miles de miles de españolitos que temen lo que va a pasar y que temen por su futuro y ven las portadas de la Merkel y la cara del ministro de economía y no pueden desdibujar una sonrisa, ni aunque se la peguen con celo y me dirán agria y les diré que sí , que soy agria de nacimiento.