lunes, 16 de enero de 2012

LLUEVE EN ENERO


La lluvia cae y lo llena todo, las aceras, los recovecos y las espaldas, que se hermanan con los que esperan la felicidad , al lado de una valla.

Es la lluvia monótona sintonía, que , sin embargo, me pacifica el alma, me la duerme y reverencia y me dan ganas, esas perdidas en tantas desilusiones, de nuevo, renovadas, por esta profesión que es eso, vocación y culto, en una sola palabra.

Tengo una novela olvidada entre los dedos y no sé como encontrarla, porque se me han muerto los oídos y no los escucho a ellos, a esos que me llaman de noche y me imploran ser paridos.

Las hormonas no me dejan y me desvelan y me recalientan cuello y cara y los pechos me arden y naufrago en mi cama, enredada en sábanas, y me levanto sonámbula de sueño , para ir como alma en pena, mustia, sola y despeinada.

Pero es enero y vuelvo a la batalla, nunca ganada y siempre perdida, porque es enero, y la lluvia cae inflexible y monótona, y sin embargo, me pacifica el alma, me tranquiliza y hace mover los dedos, en teclas y presionarlas y componer palabras y quizás, solo quizás, los vuelva a escuchar a ellos, a esos perdidos que no serán paridos , si mi matriz y mi cabeza no andan en armonía y mis dedos y mis deseos no se ponen-finalmente- de acuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario