Hace un instante he visto cómo el dominante de mi camada de perros lamía dulcemente el lomo mojado al macho más nervioso y éste se dejaba hacer en calmada melancolía.
No son hermanos, ni se habían visto antes de traerlos -adoptados-a mi casa, tampoco se han criado juntos, ni han compartido mas que hogar con los míos. Pero ya se saben familia, ya se cuidan entre ellos y se respetan y se ayudan y me he preguntado al darme cuenta, por qué a los hombres les llamamos perros como insulto cuando debería ser un elogio , porque no conozco muchos humanos que sean tan terriblemente buenos como mis perros.
A las mujeres , también, nos llaman por nombres de animales que solo deberíamos considerar elogios, porque si nos comparan , lo hacen con gallinas, que son productivas, o zorras, que son astutas , o perras, que son fieles y sinceras, o cerdas, que son encantadoras y buenas madres, lo que pasa es que siempre lo hacen como referencia a nuestras dotes de empresarias de nuestro propio cuerpo, con lo cual si te lo llaman o escuchas que se lo llaman a otra , siempre tienes ganas de contestarle al insultador:
- No sé si es que no sabes nada de zoología o es que simplemente eres muy berzotas.
Lo que pasa es que tú sí entiendes de animales y empleas con acierto los insultos, por eso le dices, simplemente:
-cállate , cabestro idiota
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