lunes, 12 de diciembre de 2011

¿MONETIZAR?

Sinceramente, si algunos de mis hijos me confiara que va a hacerse escritor, a parte de quitarle la idea, llevándolo a un exorcista, le preguntaría que cómo se hace uno escritor.

Supongo que ser escritor no es algo que te caiga del cielo, ni se haga en un instante de tu vida. En mi caso hasta me da miedo la palabra, porque me da grima y procuro no pronunciarla a menos que me vaya la vida en ello.

Mi amigo Federico Gallego Ripoll me dijo en Palma que debía creérmelo, pero no me lo creo, porque sí que creo en Delibes o en Umbral y en los nuevos, como del Valle o Paz, pero en mi no creo , porque no escribo más que por necesidad y por librarme de la locura, que es contener en carne pensamientos impuros.


Son pensamientos oscuros y de placer los que te regalan los libros, placeres puramente sexuales , los que tú devuelves en formas de lineas que componen palabras, pensamientos como éstos que te hacen dispersarte y dispersar lo que llevas muy dentro.

Me he encontrado a una amiga, de vida paralela a la mía, mismos hijos , mismas edades, mismos estudios y acaba de sacar una oposición y me ha revenido, se me han revenido las ideas y no sé si lo que he hecho no ha sido una gran majadería, ¡no!, ¡seguro que es una gran majadería! y podría gritarlo a los cuatro vientos, porque...¿ qué coño es esto de escribir y pensar encima, en este país en el que nadie lee, que alguien puede querer leer tus pensamientos?.


La verdad es que mi madre parió a una tonta y la buena mujer no echó cuenta de ello y me compró trajes y me alimentó y me dio propinillas y con ellas me compré libros y mi padre también me los compró , porque se los pedí en vez de trajes y de zapatos y de maquillaje y también a mis novios, que sabían qué regalarme sólo con entrar en una librería o dejarme tranquila, devorando sus bibliotecas.

No soy mujer de joyas, soy mujer de libros y se me revinieron y me envenenaron y no me volví loca, porque ya lo estaba , sino que decaí en salud, y por eso escribo, para conservarme entera y no hacerme cachos y encima, desdichada de mi, que nací tonta y quizás más tonta me muera, no quiero ganar dinero con ello, ni hacerme puta de la literatura, sino gozar a tope y comerme los párrafos y salivar y orgasmar, porque lo que de verdad quiero-ya no es un secreto- es que me lean.

1 comentario:

  1. bellisimo comentario admiro la simceridad eso transmite una expresion honesta de creer en la literatura que muestra posee una vocacion creada y desarrollada por ud felicitaciones por ser como es en la literatura

    ResponderEliminar