jueves, 15 de diciembre de 2011

EJEMPLARITÉ


El patio real anda revuelto y el abogado del niño grande no hace más que soplar el ascua.

La ejemplaridad nos invade como una moda, aunque no sabemos bien con qué carta -de la baraja regia- quedarnos.

Por ejemplo en Bangladesh, las prostitutas con edades de niñas de secundaria, se sienten contentas por poder salir a la calle calzadas y tener- ya- derecho a ser enterradas , porque , no hace tanto, después de trabajar como esclavas sexuales en su propio país, toda su vida, en burdeles infectos, para que aún fueran más vejadas, se les obligaba a caminar descalzas, cuando salían la calle , para que el gentío las reconociera y les aplicara su desprecio y se las echaba al río , una vez muertas.

En cambio en Arabia Saudí , que ya saben que no pueden conducir las mujeres porque las desvirga, ahora ven, como los nuestros en la época de la inquisición, brujos y brujerías por todas partes y hace pocos días han asesinado a una mujer -de sesenta- al parecer , por vender yerbas curativas…¿les suena?. No es la primera , no se crean , que llevan ya cadena, que por ser visionario, no de adelantos sino de visiones, echadores de cartas y remediadores de males ajenos, también se está en la picota, la misma en la que están las prostitutas de Bangladesh o las desaparecidas por mano de sus novios, capullos y asesinos.

El abogado del yerno, no sabe cómo ponerse de lado en las fotos y se explica muy bien, aunque realmente, nunca mejor dicho, no entendemos lo que nos cuenta, lo mismo por eso, porque nos suena a cuento regio, a cuento de Caperucita y el lobo o Cenicienta, cuando se casó con el príncipe y en la noche de bodas se dio cuenta de que le olían los pies y tenia halitosis perenne.

Y es una pena que hayan muerto tantos republicanos y no puedan ver cómo anda el patio y cómo se mueve la gente o qué sale en los periódicos, porque cómo se reirían madre, cómo, aunque también llorarían, porque los que levantaron armas y dejaron casa y familia por ideales de ver un presidente ejerciendo y un rey partiendo, ahora podrían ver como un rey se parte por amor a su familia y un presidente se va , para que otro entre por votos del pueblo.

Extraños tiempos, de ejemplaridad de papel, estos , en los que los artículos se miden por palabras en el Word y tenemos que andarlas contando y no nos importan ni los desvaríos de las putas , en creerse con posibilidades de derechos, ni que mueran descalzas , ni que no les paguen los clientes ni los preservativos, aunque valgan una miseria, porque las fiestas se acercan y el turrón está más caro que nunca y nuestra niña de dieciséis-esa sí nos importa- nos ha dicho lo mucho que le joroba tener que estudiar, con lo bien que se está en la cama , chateando con el móvil y perdiendo-a manos llenas- el tiempo.

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