Es ese que no duele, porque no te lo esperas, porque no crees que quien juró amarte te trate así ,ni haga sangrar tus labios, ni llorar el corazón por dentro.
No te duele, porque te seca las esperanzas y parte todos los esquemas, de un golpetazo, haciendo trizas tus sueños de niña, destrozando los finales felices de los cuentos que leías en un rincón del patio del colegio e incendiando- sin ave fénix que los salve- los primeros días juntos , donde parecía que había tanto amor
Ese primer golpe, se lleva al infierno la vida rutinaria, el poco dinero, los problemas, los nervios, las fatigas, matando de un tiro la fe incondicional que tenías en que él te quería de verdad, a pesar de sus malos modos
Te avergüenzas de lo que ha pasado, porque en el fondo-pobre de ti- crees que es culpa tuya y te levantas rápida del suelo y lo recoges todo, en silencio y prontitud de manos, no vaya a ser que los niños se den cuenta o que tu madre llegue y lo note o que la vecina, esa con quien algunos días vas a tomar café, te pregunte si has llorado
Ojala fuera ese primer golpe el último, pero tú no lo crees y yo tampoco, porque has visto sus ojos y has olido su aliento de odio y crueldad extrema, has notado las venas hinchadas del cuello y sabes que puedes convertirte en la última de una gran lista en blanco y negro, donde solo se esconde la muerte y la desolación
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