miércoles, 26 de octubre de 2011

EL LUGAR SECRETO





Hay un lugar secreto en un desconocido país, que recoge los restos de Gadafi y de su hijo y entierra una época que no fue buena para una inmensa mayoría, pero que salió en portadas de grandes periódicos y en páginas rosas de revistas del corazón, con guerrilleras de cuerpos de diosas, que después supimos que eran secuestradas y violadas, pero aun así la propaganda del régimen nos decía que eran capaces de dar la vida por su líder libio.

La realidad es cambiante , no hay más que mirar la cara ensangrentada del cadáver del dictador y saberlo, porque por poco que buceen en internet, ya verán cómo se las gastaba y cómo alternaba con los líderes mundiales de tú a tú, y a veces , que la crisis del petróleo es lo que tiene, “de tú a usted, Don Gadafi”.

Por su caída , hay pueblos perdidos en el mapa, que se han quedado sin sus petrodólares para hacer una urbanización de puro lujo y sacarse -con esa suerte- de la caída del ladrillo. Hay mujeres que reclamaban sus restos y nietos que ya no sabrán lo que es crecer en el Pardo, con legiones de fotógrafos tras sus pasos y sonrisas , de papel chuché, en páginas de portada, celebrando santos, aniversarios y felices navidades , con el abuelito , en segundo plano, con la baba caída.

Al dictador lo han corrido, le han vejado situándolo, a lo bestia , a la altura que el aplaudía para los demás y ahora la ONU pide explicaciones a tanta barbarie, sin querer notar la implicación de la OTAN y todo lo que hay detrás de ella , incluidos esos europeos que nos balancean en la cuerda de la araña , para hacernos ver lo por encima que están de nosotros , pobres paletos españoles, que solo somos mano de obra barata.

Entre todos lo mataron y Gadafi solito se murió y ahora yace enterrado, que ya le valía, que menos violarlo y puede que también, le hicieron de todas, todas.

Yace en un lugar secreto, ignorado de todos, menos de su familia y de sus asesinos, acompañado de su hijo masacrado, torturado y vejado igual que él.

Muertos están ambos , no por la codicia, ni por la miseria de un pueblo , ni por la corrupción de su poder, sino porque “los otros”, los que no se ven, dijeron que era el momento y movieron los hilos, esos invisibles que nos unen a todos y que nos llevan a la crisis y a la rotura de los mercados y a estar en el paro y a no poder pagar la hipoteca .

Hay un lugar secreto, donde los dictadores duermen el sueño eterno , no de los justos, sino de los masacrados, de los olvidados, del tiempo pasado o de los rotos por el poder, bajo arena o bajo toneladas de mármol, igualándose al resto de los humanos, pudriéndose en soledad y clamando por un osario de vertebras vacías.

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